Capítulo 27 Part 2

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{...} {Día siguiente}

Tomé el cepillo de dientes y puse pasta dental sobre él, comencé a lavar mis dientes y me detuve. Mis ojos fueron hacia la nota amarilla sobre el espejo, la tomé entre mis manos.

"Esto vale por un beso, es mejor que sepas cuando utilizarla"

¿Que es esto?

Sonreí y enjuague mi boca, salí del baño y me observe en el espejo dentro del vestidor.

Observé mis labios rojos. Mi ojos fueron hacia mi cabello recogido con pequeños cabellos cayendo sobre la frente.

—¿Que es lo que ven mis ojos? ¿Como puedes verte tan bonita?—llegó Seoyoon.

—Lo sé. Ni sí quiera el espejo puede procesarlo—tome su mano y lo atraje conmigo al comedor.

—Debe estar celoso.

—Probablemente—concorde.

—¡Mamí!–chilló de emoción al verme llegar al comedor, se acercó a mi y me abrazó.

—Buenos días–le sonreí.

—Sra Lee, esta mañana la niña no quería levantarse, tampoco dejó peinarse–me reclamó la empleada.

—Es por qué me gusta mi cabello suelto–contó Ji Eun.

—¿Debo llevarla a peinar?–preguntó con autoridad, Ji Eun miró hacía el suelo con desilusión.

—No, está bien–acaricié su cabello,—Tienes muy bonito cabello por lo que deberías lucirlo–le sonreí, ella levantó su vista y una sonrisa se amplio en su pequeño rostro.

La empleada un poco sorprendida y tratando de ocultar molestia se retiró, Ji Eun subió a la silla y comenzó a tomar su jugo mientras jugaba con sus pies debajo de la mesa.

Tomé lo último de mi jugo y me acerqué a ella.

—Me estoy yendo. Ten un buen día Jieunie—acaricie su cabello.

—Mhn, papá y mamá tengan un buen día también—se despidió feliz.

Lo ví tomando una de las frutas de su plato.

—Oye, Lee Seoyoon—lo llamé y el levantó su vista,—¿Puedes llevarme al trabajo hoy?–levanté las llaves en el aire.

—Woah...estoy tan ocupado hoy—cerró sus ojos,—Pero supongo que haré una excepción hoy–giró hacia su costado luciendo importante,—Dios, que suerte tienes–negó y se apresuró a mí.

Reí divertida y salió junto a mí.

—Aún así fueras el hombre más ocupado del mundo, tengo esto. ¿Lo recuerdas?–le mostré la nota amarilla donde decía que podía tomar una decisión sobre el,—Tengo el control sobre usted Sr Lee—la pegué sobre su traje.

{..}

Al llegar a la empresa el se apresuró para abrir la puerta del coche. Salí y gire a verlo recargado sobre el coche de brazos cruzados. Aclaró su garganta.

—Debido a la gran suerte que tienes hoy pasaré a recogerte, a las siete y media–contó fingiendo ser indiferente observando hacía su costado, fingió quejarse y caminó hacía mi descruzando sus brazos, tomó mi cuello y unió nuestros labios por segundos para luego alejarse,—Dios, sí que tienes suerte–negó caminado de nuevo al coche para luego entrar a el.

Me quedé inmóvil riendo ante la situación.

—¿Que sucede con el hoy?–reí, moví mi mano diciéndole adiós mientras el se marchaba. Al estar por irse el vidrio eléctrico se abrió, hizo un corazón con sus manos y desapareció.

¿Qué pasó ayer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora