¿Qué pasó ayer?

Capítulo 35

Tomé un poco de agua entre mis manos y se la aventé. El corrió detrás de mí, mis pies sentían la arena fresca.

Giré hacía atrás al verlo correr hacía a mí, recogí mi vestido y entré al agua, el hizo y lo mismo y ambos perdimos el equilibrio y caímos al agua.

—¡Está helada!—grité. El comenzó a reír.

—¡Mama y Papá están el agua!–gritó Ji Eun descalza llegando hacia nosotros, el se puso de pie extendiendo sus brazos.

Ella negó y corrió en sentido contrario.

Me levanté y también comencé a correr detrás de ella.

—¡Ven por un abrazo Jieun!

–¡No quiero!—escuché sus rizas.

Al alcanzarla tomé la mano de la pequeña.

—Soy de tu Team. Vamos—corrimos tomadas de la mano, giré a ver a Seoyoon detrás de nosotras.

Así es, la vida era una como una balanza, unos días podías estar en lo más bajo pero otros podrías estar en la cima, Justo como ahora.

Estar a su lado se sentía como permanecer allí.

No quería bajar de ella.

¿Puedo, tan sólo permanecer aquí? En lo más alto.

{..}

—Me gusta está la nueva casa—confesó Ji Eun sentada sobre el suelo, sonreí a su lado y acaricié su cabello.

—Eso es bueno—respondí feliz.

El timbre se escuchó y me levanté.

Abrí la puerta y mi rostro se iluminó.

—¡Abuela!–la abrace. —¿Que es lo qué hace aquí? Es decir, ¿como llegó aquí?

Ella giró detrás de mí, al girar vi a Seoyoon observarnos.

—¡La Abuela está aquí!–gritó Ji Eun.

SeoYoon giró confundido.

Jieun llegó y la abrazó.

El se puso de pie a mi costado.

—Ah...ella es mi abuela—se la presenté.

—He escuchado demasiado de tí que tenía bastantes ganas de conocerte—admitió la abuela. El le ofreció su mano, ella la tomó con ambas manos.

—Mi nombre es Lee Seoyoon—se presentó el,—Lo siento, esto es un poco raro. ¿Cómo...es que usted...-

—Mi abuela tomó un gran viaje pero está de vuelta—le hice saber con una enorme sonrisa en mi rostro.—Es agradable, tenerte de vuelta—tomé su mano y la atraje conmigo,él cerró la puerta.

—Estamos por cenar, sería un honor que nos acompañará—invitó Seoyoon.

Ella nos sonrió a ambos.

—¿Mi nieta ha aprendido a cocinar?

Negué por lo bajo avergonzada.

—Pretendamos que lo hice—admití y ella rió.

Tras los próximos quince minutos. Disfruté esa comida como un domingo familiar, dónde contamos anécdota mientras reíamos.

La abuela cargaba a Ji Eun en sus brazos mientras los demás escuchábamos anécdotas de la infancia.

—Somi, era verdaderamente valiente y decidida. Es la niña más independiente que conocí. Así que una vez ella intentó manejar el coche de su padre con tan sólo cinco años.

—¿Hice eso?—pregunté divertida y un poco asombrada.

—Por supuesto, encendiste el coche y tú madre pensó que tu padre se iría al trabajo, salió apresurada a darle lonche pero tú pequeña cabeza salía por la ventana.

—¿Eso en serio sucedió?—Seoyoon se alarmó divertido, ella asintió y ambos rieron.

—Hay muchas más anécdotas así de Somi, era una niña un poco inquieta.

El timbre se escucho, me levanté y abrí la puerta. Era Manwol con una canasta de frutas.

—Es un regalo, de inauguración—me sonrió sincera, sonreí de vuelta,—La abuela está aquí—le hice saber, tomé la canasta y la invité a entrar.

—Hola a todos—saludó.

Tomé su brazo y la atraje conmigo, ambas nos sentamos juntas.

—¿Por qué te demoró tanto venir aquí?—regañó la abuela a Manwol.

—Abuela, eso no importa ahora. Traeré un poco de comida—me levanté.

{..}

Durante la comida Manwol no había apartado la mirada de la abuela, es como sí solo existiera ella.

—¡Dios! ¡La hora que es!—chilló la abuela al ponerse de pie, Man Wol también lo hizo.

—Fue agradable su visita—SeoYoon confesó,–Vuelva más seguido, abuela.

—En serio, me gusta este hombre para ti—dijo la abuela por lo alto y ambos reímos.

Man Wol sonrió por lo bajo sin querer demostrarlo.

—Amable, educado, alto y guapo—golpeó el pecho de SeoYoon ,—También es fuerte.

—También usted, Sra Kang. Debería visitarnos más seguido. Es como si fuera de la familia después de todo—se dirigió Seoyoon a ella.

Trató de mantener ese rostro serio fingiéndo no estar conmovida.

—Vamos, llevaré a la abuela—se apresuró.

—No, espera un poco. Hablaré con mi nieta un momento fuera.

—Abuela— la llamó SeoYoon de nuevo, ambas nos detuvimos,—La próxima vez que tomé un viaje, espero que no sea tan tardado—sonrió cálido,–Reunámosnos pronto.

Una lágrima resbaló por mi mejilla y un silencio se hizo presente.

Les di la espalda.