~Ni Siete Ángeles~ *BTS* [PRIMERA TEMPORADA]

Victoria

P.O.V TN

A sentimientos del barranco se encontraban tres piezas de hierro oxidado separadas por un metro en forma encorvada. Habia corrido a la derecha, por lo que una línea de bloques sólidos se encontraban cerca mío, con eso iba a empezar.

El cemento de ambas esquinas se encontraba puesto de tal manera que cubría los disparos del grupo delantero. Pero no sé habían colocado de forma en que yo no pueda hacerles algo.

Debía de esperarme algunos segundos esperando a que sus balas se acaben, y golpear al primer tipo más cercano a mi posición. Al noquearlo tendré un escudo y arma movible.

"Tres..."

Los disparos parecían que nunca iban a cesar, ni aunque estén en sus últimas balas el fusil se volvera lento.

"Dos..."

Mantenía en mi mano izquierda la pequeña pistola con dardos tranquilizadores. Mientras que con lo mano dominante la mantenía sola para noquear fácilmente al soldado.

"Uno"

Milésimas de segundos pasaron para que el área este totalmente callada.

Con algo de agilidad logré arrastrarme por el gélido suelo hasta llegar al primer guardia. No me preocupaba por los soldados de enfrente, sino por los que compartían protección con los bloques.

Doblando todos los dedos de mi mano exceptuando el índice y el del centro. Tras derribar al hombre pude localizar fácilmente los puntos débiles del cuello. Segundos después el tipo de encontraba inconsciente mientras perdía el aire poco a poco.

Levante la vista y estaban a nada de volver a disparar. Por lo que rápidamente me baje del hombre y lo levanté cubriendo todo mi cuerpo.

Sangre se derramaba hasta mis pies, era difícil cargar la parte superior un hombre de 60k más los disparos.qje hacían que todo se tambalee por la potencia de la bala.

Saque solo lo suficiente mi cabeza como para ver pero no tanto para que se percaten de mi tan fácilmente.

Levantando la mano izquierda, el dardo salió silenciosamente del arma y se encajo en el muslo izquierdo del hombre más cercano a mi posición.

Quitando a los dos caídos, solo me faltaba encargarme del soldado a tres metros que con algo de muros disparaba tratando de tan siquiera rasparme la piel.

Busque entre el chaleco antibalas alguna clase de cuchilla que me ayude con el tipo de enfrente.

Después de unos segundos tenía en manos una daga de 15 centímetros de largo.

Me había percatado que ya habían pasado esos segundos de esperar a que recargue, por lo que lance al hombre que me cubría y con el cuidado de no mostrar mi cuerpo fuera de los bloques. Llegue al tipo, golpee sus rodillas haciéndolo caer y tome su tobillo atrayéndolo a mí para después con un movimiento brusco encajar la daga en su pecho.

Tres caídos en un periodo de un minuto, a este paso no iba a lograr pasar la prueba, debía de apurarme.

Faltaban 7. Tres eran los que se encontraban en el centro de los bloques, lo que me hacía un camino para llegar a los últimos cuatro en aquella esquina.

Tenía algo de sangre salpicada en mis rodillas, lo que me causaba algo de facilidad al arrastrarme por el suelo gracias al líquido.

Pero era momento para aguardar y pensar en cómo destruirlos a todos en menos de 5 minutos.

Las reglas eran salir viva de ahí, noqueralos o matar de un golpe directo al corazón. No se me permitía usar las pistolas que los hombres habían dejado caer.