📖UNO📖

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Después de la sorpresa de mi padre, me apresure a limpiar lo que me falta y subí inmediatamente a mi habitación al terminar. No había demasiado en mi cuarto, tan solo una cama, un escritorio, un par de libros del colegio y un ropero.

Cerré la puerta detrás de mi al entrar y camine al escritorio, le di un vistazo más a los escudos y luego los guarde en uno de los primeros cajones del mueble; me interesaba mas el cuaderno, forrado con lo que parecía ser tela verde, parecida a la usaban en las capas de los de la legión. Sin pensarlo dos veces lo abrí y en la primera página se rezaba:

«Levi Ackerman»

No había duda de que era de mi padre, pero porque lo tendría oculto. La curiosidad me venció y pasé a la siguiente página:

«Hange ha estado investigando la libreta que encontramos en el bosque junto con el titan, al parecer se trataba de un diario de una de los miembros de la legión, hace un año que la habíamos dado por muerta y no nos equivocamos, aunque pudo sobrevivir más de lo esperado. Es quizá por esto, que me decidí a escribir en este trozo de papel, es una tontería, pero con todos los cambios que ha habido por aquí, hay cosas y personas que pronto comenzarán a olvidarse. Dudo que sobrevivimos para recordarlos a todos, así que con esto quizá logre preservar algo de conocimiento.

Y si planeo, usar esto como una herramienta para recordar, lo correcto sería comenzar con los primeros que perdí...»

-¡Kai, la cena está lista! - me grito Ami desde el piso de abajo.

-¡ya voy! - grite y me apresure a guardar la libreta, solo mi madre entraba a mi cuarto pero temia que lo encontrara.

Más tranquilo, baje nuevamente, en poco tiempo habia terminado de anochecer, las luces estaban encendidas y efectivamente, la mesa estaba lista para comer. Mi padre ayudó a mi madre a pasar los platos a la mesa y yo espere pacientemente a recibir mi comida.

-Kai... - comenzó a decir Levi mirándome con reproche.

Mis padres eran demasiado diferentes, Levi siempre era inexpresivo y tenía la misma mirada desinteresada, a pesar de ello siempre entendía lo que me decía con solo verlo directamente a los ojos, mi madre decía que era porque teníamos la misma mirada. Ami, por otro lado, no había modo de que pudiera ocultar lo que sentía o pensaba y apesar de eso, había ocasiones en que no la entendía. Me preguntó si algo de lo que está escrito en el “diario” de mi padre podría explicar por qué son así.

-ya voy - me queje y me levante de mi asiento que ya había ocupado.

Limpieza, todo era limpieza en esta casa, lo entendía, el mundo parecía tener ya una historia demasiado sucia como para permitirnos ser sucios. Resignado, me acerque al fregadero y me lave las manos como mi padre me había enseñando a hacer y luego, me seque. Debía haber una razón, también, para aquella obsesión.

Una vez que termine, regrese a mi lugar, Ami y Levi se me unieron después de terminar la mesa y lavarse también.

-¿y cómo esta la tía Hange? - pregunté a mi padre, yo odiaba el silencio mientras comíamos, como mi madre.

-aún sigue cuerda - respondió él, siempre decía que Hange perdía la cabeza con sus proyectos y no se equivocaba, así que decir que “aún estaba cuerda" era una especie de broma familiar que significaba que estaba bien.

Otra cosa que no entendía, mi padre nunca podía decir como estaban las personas que apreciaba, ni siquiera estaba seguro de sí la tía Hange, Mikasa, Armin, Eren, Jean, Connie o  Historia, le preocupaban en verdad, simplemente el parecía ajeno a ese sentimiento de cariño.

-¿hay alguna novedad en la ciudad? - seguí preguntando.

La ciudad me llenaba de curiosidad, pero por alguna razón ni Ami, ni Levi les agradaba demasiado, solo me dejaban ir en la temporada escolar y aún así, a cierta hora tenia que ver a mi padre en su trabajo o en la estación de tren.

-si, al parecer abrirán un nuevo museo en la sección oeste del palacio, Historia sigue con su idea de conmemorar el pasado - se quejo mi padre sin dejar de comer.

-¿otro más? ya hay al menos 3 en cada ciudad - comente sorprendido.

Las ciudades seguían siendo las mismas que cuando existían los titanes, aunque ahora ya era demasiada población y se habían extendido poco a poco hacia afuera de las murallas.

-¿por qué la queja? Las visitas a museos son tus excusas para pasar más tiempo en la ciudad - me recordó mi mamá, ese tono, siempre ese tono que me decía que me contradecía a mi mismo.

-si, pero no son tan divertidos como las historias del tío Armin y la tía Hange - argumente.

Armin y Hange eran prácticamente los únicos que me hablaban del pasado, me contaban sobre los amigos que perdieron, sobre los titanes y de hecho eran la razón por la que me fuera tan bien en clase de historia. El resto se limitaban a cambiar el tema cada que preguntaba.

-¿cuándo comienzan tus clases? - pregunto de la nada mi padre, que cambiara de tema era la señal para decir que me estaba acercando a tener problemas con el.

No solia discutir con el, aveces era distante y muy estricto, pero al final del día siempre me sorprendía con un gesto de afecto, como el que decidiera enseñarme a usar el equipo de maniobras.

-en un mes, aunque la prima Mikasa dijo que este año Carla estaría en mi grupo, así que ella se encargará de irnos a dejar por la mañanas al colegio - explique emocionado.

Carla era la hija de Mikasa y Eren, si no me equivocaba ella era algo así como una prima lejana, pues Mikasa y mi padre eran primos hermanos. Pero yo evitaba todo eso y simplemente la consideraba mi mejor amiga.

-ya veo - respondió mi padre, esa era la distancia a la que me refería.

El resto de la cena hablamos de lo que Ami esperaba que yo hiciera este último mes de vacaciones, Levi no iría a la ciudad hasta la siguiente semana, así que podría entrenar todas las tardes con el y lo mejor de todo, tendría bastante tiempo para leer la libreta misteriosa.




Imagen: ©️a quien corresponda.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora