📖OCHENTA Y SIETE📖

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Con el paso de los días, el enfado de mis padres había disminuido al punto de que ya me hablaban con normalidad y por cosa de un milagro, a todos nos habían quitado el castigo en la escuela (y ese milagro me decía que debía agradecerselo a la familia Arlert). Pronto llegarían los exámenes, aunque también tenía suerte en ello, pues mi cumpleaños sería justo antes de empezarlo, lo que era bueno pues ahora comenzaba a creer que Carla no se equivocaba y su reprobaria.

-así que el miércoles solo iremos al restaurante de Niccolo como cada año - concluyó Carla después de que les explicara que sorprendentemente, mi madre estaba muy emocionada con el tema.

-eso logre negociar - acepte con resignación.

Bueno, no es que realmente hubiera negociado, pues tenía tanto miedo de que hubiera otra pelea que decidí ceder a los deseos de Ami y desistir a mis ganas de ir a Marley, deseando que en navidad fuéramos (extrañaba demasiado a los padres de Gaby, a los que consideraba como mis abuelos).

-espera, ¿por qué haz dicho miércoles? Mañana es miércoles - intervino Niggel dejando de lado su comida.

Estábamos en el descanso y aunque tenía que comer, seguía leyendo el diario de mi padre sin prestar atención a lo que decían mis amigos.

-¿eh? ¿Cómo que ya es mañana si hoy es...? - Carla alzó la vista al pizarrón donde estaba escrita la fecha - ay no, llevo todo el día poniendo 22...

-quizá deberías poner mas atención a la clase y menos a molestarme - me burle.

-mira quien lo dice, llevas tanto tiempo leyendo ese libro que de seguro deseas que lo escrito en el venga en los exámenes - contraataco la castaña.

-ambos deberían estar esforzándose más - nos sermoneo Kikyō - puede que nuestros padres dejaran pasar lo del museo, pero si reprueban pueden olvidarse de seguir viviendo.

-bah, lo tengo todo bajo control - dije sin interrumpir mi lectura.

Ahora estaba en el punto donde mi padre descubría que su madre era hermana del hombre que lo acogió de niño, Kenny Ackerman.

La rutina siguió el resto del día, pero a la mañana siguiente:

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS! - me grito Ami casi en mi oído.

Como cada año, aparecía en mi habitación con mi pastel favorito y gritaba a todo pulmón, mientras mi padre me regalaba una de sus escazas sonrisas.

Me levante con entusiasmo, como lo sucedido las últimas semanas hubiera sido un mal sueño. Mamá me puso el pastel delante mío y espero hasta que pudiera mi deseo.

-y este es un pequeño regalo - añadió mi madre luego de pasarle el pastel a Levi.

-¿qué es? - pregunté al ver una pequeña caja envuelta que le pasó mi padre.

-¡ábrelo!

Los mire desconfiando, la verdad no esperaba nada después del último mes, aunque eso no quitaba que fuera su único hijo. Abrí el regalo y encontré un marco de fotografía con...

-convencimos a Historia de que nos dejara quedar esa foto - explicó mi madre - se la tomé yo a tu padre antes de una misión muy importante.

Mire la imagen con atención, Levi llevaba puesto su uniforme de la legión y estaba notoriamente más joven que ahora.

-no es todo un álbum de fotografías ineditas, pero pensamos que te gustaría - añadió Ami.

Era suficiente para mí, por ahora claro. Me acerque y abrace a mi madre mientras le agradecía por el regalo; luego me lance sobre mi padre para repetir el proceso.

-vas a tirar el pastel - me dijo Levi con una muy pequeña risilla.

Luego los 3 bajamos a la cocina para poder desayunar pastel y té. Lamentablemente tenía que ir a la escuela, pero luego de aquella sorpresa matutina, no podía molestarme menos. Después del desayuno más alegre que he tenido el último mes, comenzamos a movilizarnos para seguir cumpliendo con nuestro itinerario diario.

-¡Kai, feliz cumpleaños! - llegó gritando Carla apenas nos vio dar la vuelta hacia la escuela.

Ami venia con nosotros pues iría a ver a Gabi y Falco. Carla se abalanzó sobre mi haciendo que casi me cayera.

-oficialmente eres un año más viejo - se burló antes de darme mi regalo.

-no tanto como tu - me defendí, ella era de principios de año, así que era mayor que yo por unos meses.

Abrí el regalo con entusiasmo se trataba una libreta forrada con piel y con mi nombre grabado.

-recordé que dijiste que te gustaría ser historiador o escritor y que mejor forma de empezar que teniendo tu propio diario - explico Carla sin permitirme deducirlo por mi cuenta.

-gracias, es perfecto - le dije, deje pasar la mención de un diario, hoy no me preocuparía por eso.

Me voltee hacia mis padres para mostrarles el regalo, Ami me pasó su mano el cabello con una sonrisa genuina. Eren y Mikasa llegaron a nuestro lado y me felicitaron. A lo lejos, recién llegaban los Arlert, siempre me emocionaba lo que ellos pudieran regalarme, pero este año tenía muy altas expectativas, aunque no sabía a qué se debía.

-¡Feliz cumpleaños, pequeño capitán! - me felicito Armin.

-¡gracias!

Kikyō se acercó timinademente y me tendio mi regalo.

-mamá me ayudó a escogerla - comentó con nerviosismo, sonreí divertido. A veces olvidaba que Kikyō era más tímida entre los adultos.

Tomé el regalo y le pedí ayuda a mi padre para abrirlo: se trataba de una cámara parecida a la que usaban los periodistas y en la parte de atrás venía grabado una pequeña leyenda: "Aún hay muchas cosas por recordar e inmortalizar". Si era honesto, este era mi regalo favorito.

Me acerque y abrace a Kikyō para agradecerle. Luego de nuestro descubrimiento en el museo habíamos hablado mucho del tema y nos habíamos abrumado con la posibilidad de que todo lo que creíamos conocer era falso, pero con el regalo, ahora me recordaba que no todo estába dicho y que aun nos quedaba mucho por descubrir.

La hora de entrar a la escuela, se acercó más pronto de lo que espere. Así que nuestros padres nos llevaron hasta la puerta y ahí se despidieron de nosotros, yo hiba a mar de feliz, sin poder creer nada de lo que me habían dado hasta ahora.

Una vez en el salón, Niggel nos esperaba para felicitarme, el me dio un libro sobre el que yo había platicado con su abuelo. Todos los regalos tenían un significado y mensaje muy profundo y eso me encantaba.






Imagen: ©️ a quien corresponda.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora