Levi's diary

📖Levi's Memoirs📖

Parte 3:

-¿Interrumpo?

La chica dio un salto y se giro para ver a Ami.

-Veo que si. - comentó Ami antes de que yo pudiera decir nada.

Abrí la boca para explicarle, pero ella ya se estaba marchando de peor humor que antes. Negué con la cabeza y me dispuse a buscar una camiseta nueva.

-¿No te dije que te fueras? - repetí sin prestar atención a la chica que seguía presente.

-Pero...

-¡Largo!

El grito si la hizo reaccionar y se marchó apresuradamente. Una vez que se fue, me vestí y me dispuse a limpiar.

Con lo años había aprendido que si Ami estaba molesta, lo mejor era esperar a que se calmara, perseguirla solo seria peor. Además, ni siquiera comprendía que la tenía tan de mal humor. Así pues, sólo me quedaba esperar.

-¡Definitivamente lo haz arruinado! - comentó Hange.

A la hora de la cena, luego de pasar la tarde entera limpiado la habitación, había decidido ir a la comedor esperando encontrarme con Ami y ver si ya estaba más tranquila.

-¿De qué hablas? - le pregunté.

Por mala suerte, solo me encontré con Hange, la cual parecía divertida y molesta al mismo tiempo. Cosa rara en ella.

-Ami esta que suelta chispas de la furia, ¿qué le hiciste? - me respondió cruzandose de brazos junto a su bandeja de comida.

-Por milésima vez, ¿por qué crees que le hice algo? Te juro que cuando yo llegue anoche ya estaba furiosa.

-¿Anoche?

-Si.

-Entonces, ¿qué le hiciste ayer?

-Y dale con lo mismo...

Deje de lado mi bandeja de comida ya vacía y me concentre en asegurarle a Hange que era inocente.

-Bueno si no hiciste nada, ¿por qué esta tan molesta?

-Eso mismo me pregunto yo.

-Deberías preguntarle.

-Ni loco. Si lo hago lo primero que hará será golpearme hasta que su enojo desaparezca y, aunque lo dudes, esa mujer tiene tanta fuerza como Mikasa.

-Así que el gran Levi es un cobarde cuando se trata de Ami, ¿quién lo diría?

-Se le llama instinto de supervivencia, algo que claramente no conoces ni tienes.

Tuve la sensación de ya haber vivido esa conversación, pero no recordaba con quien y cuando.

-Lo que diga, Capitán Miedoso.

Y de nuevo, no paro de burlarse con el tema. Por lo que, como rutina, me apresure a marcharme lo más pronto posible y me regrese a la habitación.

Aquella noche, Ami no regresó al dormitorio. La espere, pero no hubo rastro de ella. Y ciertamente, ni siquiera a la mañana siguiente la vi, ni en la habitación, ni en el comedor.

-Se quedó conmigo. - anunció Hange cuando le pregunté por ella.

Estábamos en su oficina, donde momentos más tarde tendríamos una reunión para concretar los últimos detalles de nuestro primer viaje de infiltración a Marley, mismo que sería en 5 días.

-No se que le hayas dicho o hecho, pero dudo mucho que deje de estar molesta pronto. - continuó diciendo. - Intente preguntarle que había pasado, pero evadió la pregunta.

-Lo hizo porque no le he hecho ni dicho nada. - le explique.

-¡Que va! Ya te dije que eres tan idiota como para no saber que pasa hasta que te lo dicen, estoy 100% segura de que si hiciste algo.

-Si estás tan segura, ¿qué crees que fue?

-No lo sé, es muy difícil imaginarte metiendo la pata con la chica de tu vida.

-¿Mi qué?

Hange se levantó de golpe de su escritorio y comenzó a reír.

-Estas perdiendo la cabeza de nuevo, cuatro ojos. - le señale.

Aquello no la detuvo y siguió riendo hasta que su chiste interior dejó de darle gracia.

-¡Olvídalo! - dijo con el fantasma de la risa en su rostro. - Ya se que pasa... Y ¡uy! ... Levi, estas en serios problemas.

-Si me explicaras quizá te entendería.

-Nah, no te dire nada, será más divertido si tu lo descubres por tu cuenta. ¡Suerte!

Abrí la boca para protestar, cuando justo llamaron a la puerta. Los recién llegados eran ni más ni menos que: Jean, Eren, Mikasa, Armin, Connie, Sasha y la misma Ami. Su llegada dio inicio a la reunión, dejando mis quejas y dudas para después.

Acabada la reunión, me apresure a seguir a Ami, la cual parecía dirigirse a todos lados menos a nuestra habitación. Hange intentó seguirnos para escuchar todo, pero terminó siendo acorralada por las preguntas de Armin (como era costumbre últimamente).

-¿A dónde vas? ¿Seguirás evitandome quien sabe porque? - le cuestione cuando la alcance.

Ami me ignoro olímpicamente y siguió su camino, por lo que no me quedo de otra que alcanzarla y sujetarla del brazo para detenerla.

-Oye...-le llame durante mi acción.

-¡Sueltame! - me grito con firmeza.

Al instante mi cuerpo se movió solo, la orden había sido dada y por lo tanto no me queda de otra que acatar de mala gana. La solté instantáneamente con un chasquido de lengua y al momento de quedar libre, se marchó.

-Maldita sea. - me queje entre dientes.

-Vaya, vaya... Ese detalle no lo había notado. - comentó Hange a mis espaldas.

-¿No tenías que responder las dudas de Armin? - le intenté cambiar el tema, aunque claro mi enfado no podía pasar desapercibido.

-Si, pero esto es más importante.

-¿Cómo un berrinche de Ami va a ser más importante que la humanidad? - me queje dándome media vuelta para marcharme a donde fuera, pero lejos de Hange.

-Ah, mi querido Levi, ¿aún no lo entiendes? - se burlo Hange.

-No, cuatro ojos. Si lo entendiera ya lo habría solucionado.

-¡Uy que lastima! Bueno, pues entiendelo rápido antes de que Ami utilice el poder Ackerman para que te alejes de ella.

-Tsk, ¿cómo sabes que ella lo controla?

-No lo sabía, hasta hace un momento que te dijo que la soltaras. Realmente creí que el poder lo habías activado tu mismo.

-Así fue... - respondí con menos molestia. - Pero en algún punto, quizá mi voluntad cambió y ahora ella tiene gran parte del control.

-Eso será un problema para el futuro, ¿lo sabes no? Simplemente ve a Mikasa.

-Ya lo sé.

No dije más y solo me terminé de alejar de ella, no necesitaba que me recordará lo que ya llevaba años pensando, es decir, lo que me había quitado el sueño desde la muerte de Farlan e Isabel. Debía mantener a Ami a salvo, más ahora con todo el caos que se avecinaba, pero si no me hablaba, si estamos distanciados no se como podría resultar eso, lo peor es que ni tenía ni la menor idea de que es lo que había hecho para ganarme su furia. Tendría que averiguarlo.