P. O. V. KAI :
Por la noche volvi a casa, sin ser consciente de en que momento había salido del negocio de Grinberryall y había llegado al callejón qué daba a la casa. Me había perdido horas, quizá físicamente o mentalmente, ni siquiera de eso estaba consciente; pero ya me preocupara de ello después.
-¡Al fin llegas! - me dijo Kikyō en cuanto me vio abrir la puerta.
-¿Tarde demasiado? Tsk, llevamos poco más de un mes aquí y aun no logro saber calcular la hora... - me queje medio en broma.
-Eso no importa, tenemos noticias. - me interrumpió Niggel.
-¿Buenas? ¿Acaso encontraron como entrar al archivo o como salir? -pregunte esperanzado.
-No y mucho menos... - negó Carla cruzandose de brazos.
La escena era algo que amenazaba con repetirse de ahora en adelante pues Niggel volvía a estar sentado en el sillón, Kikyō estaba en la cocina con el libro de Asher y Carla estaba de pie junto al pasillo. Sin duda ya había visto esto antes.
-¿Entonces? - quise saber.
-Mientras andaba por el mercado - empezó a decir Kikyō-, escuche que algunos comerciantes decían que la policía militar había estado muy ausente aquí abajo, porque todos los elementos estaban arriba buscando algo, por algo entiendo que a nosotros...
-Esas son malas noticias. - dije en voz baja.
-¿Malas noticias? - pregunto Carla, todos nuestros sentidos estaban mejorados, por lo que escucharme no debió ser una tarea difícil para ella. - No se cuales son tus estúpidos planes, Ackerman, pero al menos yo quiero salir de esta pocilga cuanto antes.
-Aja, pero ya lo haz escuchado, todos están arriba, aunque quisiéramos llamar su atención no podemos porque nadie está aquí abajo. - le respondí de mala gana.
-En eso Kai tiene un punto... - intervino Niggel - Además, recuerda que incluso en el Archivo no parecía haber movimiento alguno, seguramente no haya guardias.
-¿Qué? - dije incrédulo. - ¿No hay guardias?
-Al parecer no, el lugar estaba vacío, por lo que se veía desde afuera. - repitió mi amigo.
Si no había guardias, entonces no podríamos usarlos para que nos regresarán a casa. ¡Maldita sea!
-Y tampoco hay rastro de aquella estúpida entrada secreta o lo que se le parezca. - rechisto Carla.
No pues era el fin. Yo no había obtenido nada de Grinberryall, no había forma de salir y ahora sabíamos que nuestros padres nos pisaban los talones. Todo se me estaba yendo de las manos otra vez.
-¿Qué descubriste con Grinberryall? - pregunto Kikyō.
Guarde silencio, no tenía forma de decirle que había explotado de la nada provocando qué me corriera.
-Aún nada, es demasiado cuidadoso al hablar. - menti a medias.
-Qué estupidez. - se quejo Carla.
-Si no te parece, porque no vas a hacerlo hablar tu. -le dije. Me estaba sacando de mis casillas con su actitud.
-Creeme que lograría más que tu, imbécil. -me respondió dando un paso hacia mi. - Sobre todo porque no soy una cobarde como tú, ni siquiera puedes pensar coherentemente porque acabas de caer en la cuenta de que tus padres te buscan. Igual te van a matar cuando te encuentren.
-¿Cobarde yo? No, no, lo que pasa es que yo si tengo el suficiente cerebro para no actuar impulsivamente como tu y tu estupidez.
“Eres un inútil.”
El recuerdo me azotó violentamente a la par que Carla me lanzaba un puñetazo directo a la cara. Ambos golpes me hicieron tambalearme.
-¡Carla! - grito Niggel con pánico.
-¡Al diablo! Se lo merece a ver si así reacciona. - se defendió Carla.
El golpe me había dado de lleno en la mejilla, por lo que no fue raro que el sabor amargo de la sangre me llenará la boca.
-¿Qué reaccione? Tu reacciona, estoy intentando que valga la pena este tonto plan, para al menos decir que logramos algo, pero tú, ¿que haz hecho? - le dije después de escupir la sangre. - No descubrí nada de Grinberryall hoy, pero mañana seguro si, ¡ASÍ QUE DEJA DE JODERME DE UNA PUTA VEZ!
-Kai, baja el cuchillo. - me ordenó Kikyō con voz tranquila.
¿Cuchillo? ¿Cuál cu...?
Mire hacia mis manos, en la derecha sostenía con firmeza un cuchillo de cocina. Analice mi alrededor hasta dar con que Niggel había estado cortando una manzana, prueba de ello aun estaba el último cuarto de la fruta sobre al mesa. Aunque, sobre como había llegado esa arma a mi mano, aun no podía asociar una cosa con la otra. ¿En qué momento había visto el objeto? ¿Cuándo me moví para alcanzarlo? ¿Acaso por eso Carla me había golpeado o quizá lo tome después del golpe?
Lentamente, siguiendo la orden que me dieron, deje caer el cuchillo a mi costado y levante las manos en rendición.
-Sigue resistiendote y se pondrá peor. - me dijo Carla. Estaba inmutable.
-¿De qué hablas? - fingí demencia, al menos con la conversación.
-Tú sabes de que hablo. - dijo antes de darse media vuelta e irse al cuarto.
Kikyō me seguía mirando con todo el peso de su poder como manda más.
-No haré nada. - le asegure.
-Te creería si tu reacción dependiera absolutamente de mi, pero en un porcentaje aun te dominas a ti mismo. - se lamento antes de también marcharse como Carla.
Chasquee la lengua mientras se iba. Niggel se dejó caer en el sillón y suspiro pesadamente.
-Me van a matar de un infarto. - se quejo medio en broma.
«Y yo moriría de locura seguramente.», pensé con frustración.
Había perdido dos veces el control el día de hoy, aunque con esta segunda vez me quedaba claro que quizá Grinberryall no me había corrido por mi respuesta, sino porque debí hacer algo que sintió como amenaza, del mismo modo que había tomado el cuchillo. Lo que significa que bastaba con una disculpa para que yo tuviera la oportunidad de volver a acercarme a él, al menos eso me parecía lo lógico. Ya lo intentaría mañana.
Fui a la cocina y me apresure a prepararme algo de comida, pues aunque no tenía apetito sabía que debía comer si no quería terminar como todas esas personas desnutridas qué se encontraban moribundas en los callejones más oscuros, solo esperando que llegara su respiro final. Alguna vez, Levi fue uno de ellos, lo sé por sus memorias en el diario y lo se por lo que averigüe con Grinberryall, además que no conoce esa trágica historia; sin embargo justo ahora, lo que menos quería hacer es terminar siendo aun más parecido a él, ya tenia suficiente con tener su mismo rostro, actitud, manías, apellido y estar aquí abajo viviendo la qué una vez fue su vida.
Volví a chasquear la lengua furioso, ante la idea de la comparación qué el mundo entero nos hacia.
-Lo odio.
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✨Hola, hola✨
Jsjsjs comparto esto (desde cuando me lo enviaron, pero lo había olvidado). De verdad es el pensamiento actual de Kai 😂😂
©️ A CrazyB0nes.
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Levi's diary
FanficMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...