Después de la cena, de la rutina nocturna de lavar los trastos y de dejar que mi madre me acostara mientras mi padre se quedaba en el marco de la puerta. Cuando se fueron, espere una hora hasta que deje de oírlos ir y venir en la planta baja y que no vi ninguna luz encendida; me levante, tome una linterna y la libreta antes de regresar a la cama y esconderme debajo de las cobijas. Encendí la linterna y comencé a leer desde donde me había quedado:
«Y si planeo, usar esto como una herramienta para recordar, lo correcto sería comenzar con los primeros que perdí...
Desde tiempos tan antiguos como la creación de las murallas que nos tienen confinados, se dice que como plan de reserva también se creó la ciudad subterránea. Yo pienso que es una total tontería, fue otro de los modos que uso la corona para deshacerse de otro porcentaje de la población y dentro de ese desafortunado procertaje estaba mi madre: Kuchel, solo Kuchel sin apellido y sin esposo. Ella fue la primera víctima en mi vida, apenas si recuerdo como murió.
Simplemente un día, después de pasar la noche con un cliente, ya no despertó y yo tuve que arreglarmelas para sobrevivir. Sin comida, sin luz del sol, sin agua, apenas si podía moverme, a pesar de ello no podía morir. Aquel poder corría por todo mi cuerpo y me impulsaba a seguir respirando y a desperté día con día, esperando que el jefe de mi madre fuera piadoso y viniera a ver a su mejor empleada, jamás pasó.
Fue entonces, cuando en uno de esos días en que luchaba por intentar moverme, apareció un hombre que decía conocer a mi madre, su nombre era Kenny.
-¿cómo te llamas? - me preguntó, yo era un saco de huesos moribundo.
-Levi - respondí con las pocas fuerzas que tenía.
-supongo que es lo mejor no usar el apellido familiar - le susurro al cadáver de mi madre que aun yacía en la cama como yo lo había dejado por última vez, meses atrás.»
Esa no podia ser la historia de mi padre, siempre había creído que el había nacido en el seno de alguna familia importante de la capital, de hecho muchos creían que la Ciudad Subterránea era sólo una leyenda urbana. ¿En que otras cosas me había equivocado? Y lo peor, mi padre había lideado con la muerte desde niño, si solo era el comienzo no podía imaginar el resto. Una lagrima caía por mi mejilla, no podía llorar, debía seguir leyendo.
«Así era la vida en la ciudad subterránea, si morirás a nadie le importaba, después de todo ya éramos ignorados por los de la superficie. Kenny se apiado de mi después de aquel encuentro, me dio comida y un techo temporal, tan solo en lo que me enseñaba a defenderme, pues el único modo de sobrevivir era luchando.
Incluso estos recuerdos de aquella época son borrosos y sin importancia, salvo por ella.
Yo aún era un niño, Kenny siempre desaparecía por días y luego regresaba con una lección de defensa nueva; aquel día en que la conocí, yo estaba solo, había salido de casa para conseguir algo de pan, pero como ocurría seguido los estúpidos que se creían matones se pusieron en mi camino: eran más grandes que yo obviamente, más fuertes pero con una inteligencia de titan. Al principio, por ser tan pequeño logre correr para escaparme sabiendo que no los podría vencer si los enfrentaba, aunque de nada sirvió pues termine exhausto en un callejón sin salida.
-oye, niño, ¿qué tus padres no te enseñaron a respetar a los adultos? - pregunto enfadado el que parecía ser el líder de los otros 4 sujetos.
-no a los idiotas - respondí desafiante.
-¿idiotas? - pregunto el mismo. - ya veras niño, te daré una paliza para que entiendas que...
-¡oigan idiotas! - grito alguien desde la entrada al callejón, era una chica.
-largo de aquí niña, no te incumbe - dijo uno de los otros sujetos.
-si anda, vete si no quieres problemas - le situó otro.
-quienes tendrán problemas son ustedes - amenazo la chica, no la veía con claridad, pero algo sostenía en la mano, algo grande y redondo.
-¿qué harás? - pregunto el líder divertido.- ¿nos acusaras con la policía militar?
Aquella chica tenía valor, pero parecía demasiado estúpida al meterse con 5 sujetos que no dudarian en matarla antes de que pudiera gritar.
-no, infelices como ustedes ni siquiera son de importancia para ellos - se burló la chica, tenía instinto suicida.
-idiota - solté fastidiado por su imprudencia.
-mira niña, te dimos oportunidad de que te fueras por las buenas, no lo hiciste, ahora verás las consecuencias - amenazó el sujeto más cercano a ella.
Se le acercó peligrosamente, pero ella no pareció preocupada, y con justa razón, pues cuando lo tuvo a pocos pasos, se le lanzó encima y lo golpeó con lo que llevaba en la mano.
-¡ahora Farlan! - grito la chica cuando dejó inconsciente al hombre.
Desde el techo del edificio, alguien comenzó a soltar ladrillos que se estrellaron en el suelo o golpeaban la cabeza de mis persecutores.
-¡malditos niños! - grito el líder arrojandome con la pared y lanzándose contra la chica que me había salvado.
-idiota - volví mascullar mientras me levantaba del suelo, dolía pero no demasiado como lo que tenía planeado hacerle a ese mafioso.
Como cada que estaba en peligro, la electricidad corrió por mi cuerpo y no hizo falta más para lanzarme sobre el tipo y clavarle el cuchillo que le había robado mientras la chica lo distrajo, puñalada tras puñalada, no me detuve hasta que ella me grito.
-¡ya lo haz matado, detente! - me ordenó, tarde en hacerle caso, tenía que asegurarme de él bastardo no se levantará de nuevo, de lo contrario sería mi perdición.
Cuando volví a mi mismo, ya estaba limpiando el cuchillo en la ropa del hombre, su sangre era pegajosa y apestaba, desagradable hasta los huesos.
-¿quién eres? - pregunto la chica en shock.
-Levi - respondí dándole la espalda para recoger el pan que me había metido en problemas.
-¡Ami! ¿Estas bien?- pregunto quien había arrojado los ladrillos desde el techo del edificio.»
¡La chica misteriosa y valerosa, ¿era mi madre?!
Imagen: ©️ a quien corresponda.
ESTÁS LEYENDO
Levi's diary
FanfictionMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...