📖CIENTO CUARENTA PUNTO CINCO📖

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Domingo por la noche...

P. O. V. ASHER:

Los últimos días la tension en mi unidad había crecido. La llegada de los "solares" (Kai y sus amigos), habían puesto en alerta a Dymytrie, como si fueran una amenaza invencible, lo cual afectaba a unos pocos que consideraban que él debía ser el líder y yo no. Por eso mismo, había decidido que no vería a Kai por unos días, para poner en orden a mi unidad.

Y así llegó el domingo, donde, como solía suceder, me tenía que reunir con Boris en aquel edificio abandonado que tan simbólico era para el (aunque no estaba seguro de porque era así).

-Escuchamos que hay "solares" en la ciudad. - comentó Boris luego de su habitual discurso.

El motivo de cada reunión de la RG (es decir de su líder y su líderes como yo) era para dar informes de los golpes/conflictos de la semana, por lo que el mencionado discurso no era más que una serie de órdenes para nosotros, el que debíamos hacer a continuación o lo que habíamos descubierto sobre nuestros enemigos jurados.

-Si, son solares. - confirme sin inmutarme, pero también quitándole importancia (porque así era el plan).

Llevaba un par de años trabajando con Boris, pero en ningún momento me sentí intimidado por el, ni siquiera la primera vez cuando confirme que su legendaria cicatriz, aquella que le atravesaba la cara, en realidad no lo volvia tan aterrador como decían. Así que, mentirle con tanta facilidad era un juego de niños, al menos para mi, pues ya no tenía casi nada por perder.

-Pero inofensivos. - añadí ante la mirada de Boris. - Según averigüe, se escaparon de un orfanato y llegaron aquí.

Al instante, en las sombras, generadas por la bombilla que iluminaba la gran mesa redonda - donde todos estábamos sentados de acuerdo a nuestro rango, siendo el mayor aquel que se encontraba a la derecha de Boris y yo, el de menor rango, sentado frente a él-, bufo Dymytrie. Suspire por lo bajo, deseando que hubiera pasado desapercibido.

-Parece que no todos en tu unidad piensan así. - Comentó Boris notando la reacción. - Deberías escuchar a tus subordinados.

Cada sublider llevaba a un miembro de su unidad a la reunión, es decir llevaba al segundo al mando para que en caso de que falleciera hubiera alguien capaz de seguir dando órdenes y tomar su lugar; por lo que, lastimosamente, tuve que traer a Dymytrie.

-Lo escuché, pero su orgullo lo hace decir incoherencias. Así que su actitud debe ser considerada como lo que es: un simple berrinche de un don nadie. - atine a decir mientras lanzaba una mirada de advertencia sobre mi hombro.

Pude ver como Dymytrie sonrió en la oscuridad, orgulloso del caos que había generado su reacción. Había pasado por alto su pequeña pelea con Kai, pero esto ya era demasiado.

-Si ese es el caso, entonces ten el debido control sobre tus subordinados. - me sermoneo con desconfianza mi jefe. - No queremos que existan rebeldes...

-¿Me autoriza que le de reprimenda? - insinué con un interés fingido, o no tanto.

-Si eso es necesario... - acepto mi jefe con una sonrisa terrible.

Boris, el corpulento y despótico tirano que gobernaba la Ciudad Subterránea, tenía un especial gusto por la sangre y la violencia, pero nunca exigía que nadie maltratara a los suyos a menos que fuera absolutamente necesario. Sin embargo, como le acababan de dar las noticias de que en la superficie, el gran hombre de fuerza descomunal buscaba a su hijo, estaba de tan buen humor que se le apetecía ver un poco de sangre en aquel momento. Y dada la situación, quien era yo para negarle ese gusto.

-Si eso es lo que ordena... - comente poniéndome lentamente de pie.

Lamentaba tener que hacer esto, pero era necesario. Por mi status, por mi supervivencia y por mi plan.

Dymytrie volvió a bufar, no había sonido más desesperante que eso. Sin hacerlo esperar más, me aleje de la mesa y me acerque a él, tan rápido que no vio venir el momento en que mi puño se estrelló limpiamente en su cara. Como esperaba, respondió por instinto, pero no me dio el primer golpe; logró darme, en su tercer intento, directo en la mejilla provocando que me mordiera el labio. Volví a golpearlo estaba vez en el estómago para ponerlo de rodillas.

-¿Eso es todo, Asher? - insistió Boris desde la cima de su poder en el centro de la mesa.

Los presentes, 4 hombres de mediana edad con pinta de empresarios baratos, se limitaron a sonreír satisfechos y listos para comenzar las apuestas. Como odiaba a esta gente.

Me limpie la sangre que me salía del labio y me volví a preparar para seguir la lucha. Dymytrie se adelantó y ya estaba preparado, con la guardia en alto:

-Te expondré como el inútil que eres, me quedaré con tu puesto y luego mataré a ese solar, ¿entendido?

-Inténtalo... - suspire.

La violencia no era lo mío, pero ahora si que estaba gustoso de finalmente poner alto a las idioteces de Dymytrie; lamentablemente sabía que, acabara como acabará la pelea, uno de los dos tendría que perder el respeto de Boris.

La pelea duró lo suficiente para considerarse un espectáculo que dejó saciado al jefe. Para mi no fue nada espectacular, pues había tenido mejores oponentes que Dymytrie, pero había bastando para darle en su orgullo y mantenerlo tranquilo un tiempo.

-¿No deberías rematarlo? - pregunto Boris cuando conseguí someter a mi subordinado.

Respiraba con dificultad, temiendo que tuviera rota una costilla, pero igual me levante del suelo donde tenía sometido a Dymytrie y regrese a la mesa:

-La humillación es suficiente para que aprenda la lección, esta vez. - aseguré con convicción.

Boris parecía convencido, más cuando sus sub líderes le pasaron sus ganancias de la apuesta - que apostará por mí no me hizo gracia-, así que dejó que la reunió siguiera una hora más antes de darla por terminada. En ese tiempo aproveche para regular mi respiración y evaluarme internamente en caso de heridas, a falta de estas estuve más tranquilo... O lo suficiente para poder sacar a rastras a Dymytrie cuando Boris autorizo que me fuera.

-¡¿Qué demonios te pasa?! - le grite, mi paciencia había quedado en la habitación donde lo había golpeado. - ¡¿Acaso quieres ganarte la aprobación de Boris?!

-¡¿Y que si eso quiero?! - le respondió Dymytrie mirándome con ojo, pues el otro estaba completamente cerrado por los golpes de antes. - ¡Si te he seguido todo este tiempo no es por lealtad! Tengo bien claro que no eres más que un idiota con suerte que logro ganarse a un lobo, pero...

-Ja, ¿Suerte dices? Ni siquiera sabes porque estoy aquí, así que te recomiendo frenar tus idioteces, antes de que yo me encargue de pararte para siempre... - lo interrumpí - Realmente no me importa que quieras lograr, solo ten en cuenta que hablaba en serio cuando dije que solo por esta vez te perdonaba la vida.

-¡Vaya que amable! ¿Se supone que debo agradecerte, "Jefe"?- soltó con ironía.

-Sólo aléjate de mis asuntos y de los solares. Si descubro que les hiciste algo, te mato, ¿entendido?

Lo solté, esperando que con eso acabara todo el conflicto, pero lo conocia tan bien que sabía que eso era imposible. Este solo era el inicio.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora