P. O. V. LEVI:
Mierda. Entre tanto caos, no encontraba las botellas, comenzaba a frustrarme, más de lo que ya lo estaba, por lo menos hasta que llamaron a la puerta y me obligue a abandonar mi búsqueda sin sentido por la casa.
-Quien sea puede irse a la mierda. - le dije a la puerta, a sabiendas de que quien estuviera al otro lado se marcharía al oírme y eso me ahorraría el trabajo de abrir y repetirselo en la cara.
-¡A la mierda te enviare yo, Levi, si no me abres ahora mismo! - respondieron del otro lado de la puerta.
¡Fantástico!... Chasquée la lengua con peor mal humor que antes y me dispuse a abrir la puerta.
-¿Qué quieres? - solté apenas tuve la vista despejada para ver a la recién llegada.
-Luces fatal. - comentó Mikasa a modo de saludo.
Sin esperar autorización paso como si se tratara de su casa, la observó de pies a cabeza, o de cabeza a pies, pues parecía campo minado: todo estaba sucio y desordenado, había libros destrozados por doquier, las botellas de alcohol estaban hechas añicos producto de haberlas arrojado a las paredes, había un par de alimentos preparados (seguramente ya putrefactos) en la mesa o lo habían estado, pues esta última estaba de cabeza. Yo mismo soy un caos, sin rasurar en días, la ropa arrugada y apestando a alcohol, debía, incluso, tener ojeras por no conciliar el sueño ni cuando debía estar tan ebrio. Si, debía verme fatal, pero al diablo con eso.
-Ya veo que llevas mal tu pelea con Ami. - comentó Mikasa después de un rato.
-Si viniste a mencionar lo obvio, solo largate. - dije recargandome contra la puerta y cruzando mis brazos.
-De hecho vine para ver si seguías vivo. - aclaró levantando una silla del suelo y tomando asiento. - ¿Sabes lo cansado que es hacer tu trabajo por una semana? No me pagan los suficiente para ello.
-Bien pues sigo vivo y puedes pedirle a la reina un aumento, me da igual. Ahora largo de mi casa.
-Oye, Levi, ¡basta ya! - me alzó la voz.
Contrario a lo que el mundo sabe de la gran Mikasa Ackerman-Jeager, la verdad es que tiene tan mal carácter como el mio y solo por esa razón (y porque convivía demasiado con ella) le permitía hablarme como justo ahora. Digamos que la relación de capitán y novata se había perdido hace mucho tiempo y ahora era más un término entre iguales.
-Te la pasaste una maldita semana aquí encerrado bebiendo, por una razón casi justa, pero no puedo creer que sigas igual. - comenzó a sermonearme. Me llevé una mano a la cabeza, necesitaba más alcohol para parar el dolor. - Y creeme que tengo mucho que decir al respecto...
Suspire, aunque la corriera a casi patadas, estoy seguro de que sería muy difícil deshacerme de ella, así que lo mejor que podía hacer era dejar que hablara, luego me dejaría en paz. O quizá estaba tan ebrio que ya pensaba mal las cosas.
-Bien, pues habla de una vez, para estas alturas que tu también vengas a reclamarme no es raro. - acepte dejando mi sitio y reanudado mi búsqueda en el suelo.
Yo estaba seguro de que en algún lugar había dejado la última botella de vino caro que alguna vez un político me había obsequiado a cambio de que liberará a su hijo del entrenamiento militar, ¡Ja, idiota!.
Mikasa suspiro y con desesperación me paso la botella junto a su silla.
-¡Genial! Sabía que la había dejado por algún lado. - celebre al tomarla. Me deje caer en el sillón, le di un sorbo directamente de la botella.
La pelinegra negó con la cabeza, más para aclarar sus propias ideas que para reprochar mi actitud, que sin duda era pura consecuencia de una semana de bebida.
-Primero, ¿cuándo piensas volver al trabajo? - me cuestionó.
-No pienso volver, ya no tengo motivos para hacerlo. - confesé dando otro trago.
-Aja, eso me lleva a lo siguiente, ¿tenias que ser tan idiota? - me atacó sin piedad. - Solo escuche tu gran pelea en tu oficina, pero fue suficiente para que me pusiera del lado de Kai y pon atención que dije de su lado y no de Ami. De verdad que ambos se comportaron como unos críos.
-Lo dices como si yo mismo no hubiera pensando en ello. - me queje. - ¿Crees que fue fácil escuchar de la boca de las personas que más amo en este mundo, que se arrepienten de estar conmigo? Ya te lo dije, si vienes a decir lo obvio, mejor vete.
-¿Qué lo pensaste? Si, claro, Levi. Te apuesto a que solo te la pasaste lamentando día y noche.
-¡Oh, por supuesto que lo hice! Porque así soy yo y porque adivina... - hice una pausa. Si, no podía pensar con claridad, lo cual comenzaba a molestarme; sabía que en algún lado había otra gran razón sarcástica, pero simplemente no la encontraba.
-Mira, no vengo a reclamarte tus decisiones...
-No parece.
-Agh, me refiero a que sé que lo hiciste por el bien de Kai, todos intentamos proteger a nuestros hijos, pero tu sabes mejor que nadie lo es no saber quien es tu familia. - se corrigió. Su tono había dejado de ser tan hostil y ahora parecía que hablaba con un niño pequeño al cual debía explicarle todo con paciencia. - Aunque igual te fuiste a los extremos, lo de los padres de Gaby y luego las actitudes que tienes con Kai es... Es difícil de tenerte piedad cuando haces ese tipo de cosas.
» Entiendo que de hecho es un mal momento para ti, tu y Ami... Ni siquiera hay palabras pa describir su historia, pero tenían que llegar a su límite, lamentablemente Kai pago las consecuencias y ciertamente todos lo hacemos. - hizo una pausa para señalarse - No tengo ninguna necesidad de hacer tu trabajo, pero lo hago porque es la primera vez que el Gran Capitán Levi parece necesitar algo de apoyo.
Pensé sus palabras. El alcohol comenzaba a hacer efecto, así que su sermón parecía aún más profundo de lo que era. ¿Siempre había sido así de sabia?
- Tsk, muy bien discurso, pero me hubiera servido hace una semana no ahora que todo esta del carajo. - me queje, negandome a tomar enserio lo que decía.
-Habría venido antes, pero ¡Oh, sorpresa!, alguien dejó la oficina hecha un desastre. - replicó Mikasa indignada. - Además, supuse que como fuiste por los niños el viernes ya estabas mejor como para volver al trabajo hoy. Vaya sorpresa que me lleve al ver que regresaste a las andadas apenas mandaste a los niños a la escuela.
-¿Los niños? - pregunté confundido.
-Si, no me digas que ya estás tan ebrio como para haber olvidado que ellos pasaron el fin de semana aquí.
-No estoy ebrio. - le asegure, me enderece en el asiento y puse atención en lo que estaba por decirle. - No estoy ebrio y tampoco estuvieron los niños aquí el fin de semana...
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Levi's diary
FanfictionMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...