📖CIENTO CUARENTA Y CINCO📖

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P. O. V. LEVI:

El restante sábado, estando a lado de Ami, seguí esperando noticias de alguno de los equipos de búsqueda. Cuando cayó la noche, Hange me obligó a ir a descansar a su departamento, aunque ciertamente descansar fue lo último que hice.

El domingo por la mañana, luego de una mala noche, me prepare para ir a mi oficina, con la esperanza de que al menos ahí mis ideas fluyeran mejor. Casi a medio día llegó el Capitán Swindell.

-¿Tienen noticias? - pregunte inmediatamente.

-Me temo que no, señor. - me respondió afligido. - Hemos terminado la zona y no encontramos nada, ni una pista siquiera.

-¿Qué hay de la gente? ¿No los vieron? - insistí.

-No, señor. Todos dijeron que nunca los habían visto.

-Pero...

Irrumpiendo con apuro, apareció Hange en mi oficina.

-¡Levi esto es malo! - grito.

-Estoy ocupado, regresa...-la mire mal.

Hange se detuvo a ver al capitán presente, lo saludo.

-Perdon, pero esto es más urgente. - se disculpo la de lentes.

-¿Tanto como para dejar a Ami sola? - le reclame.

-Esta con Michele, pero te explico después, de verdad tienes que saber esto. - hablaba más rápido que de costumbre.

Le di una mirada al capitán para que este se marchará y así lo hizo obedientemente. Una vez solos:

-La RG se está movilizando... - soltó Hange.

-¿A que te refieres?

- En la madrugada atacaron varios orfanatos y escuelas. - me paso el periódico del día. - Lo único que robaron fueron expedientes de los niños, pero no se sabe para qué los quieren...

-Maldita sea... - me queje. - Tendré que ocuparme de ellos antes de lo pensado.

-¿Crees que estén buscando a Kai y a los chicos ?

-Lo más seguro. El rumor de que están perdidos debió llegarles más pronto de lo esperado.

-Entonces volverá a infiltrarse en las escuelas y orfanatos hasta que den con lo que quieren...

-Usemos eso a nuestro favor... - dije pensando en un plan. - Si lo que buscan es la información de Kai, entonces llevemoslos hasta el único lugar donde podemos hacer una emboscada, así los atrapamos y los interrogamos. Puede que ellos sepan algo que nosotros no.

-Puedo planearlo y tenerlo listo en menos de 24 hrs. - anunció Hange.

-Te ayudo, terminaron de revisar mi zona y no hay nada. - me lamente.

-Me lo esperaba... - suspiro. - No se lo digas a Ami, esta mañana despertó demasiado alterada, por lo que llamé a Michele esperando que al ser madre también la ayudara a calmarse.

-¿Por qué no me llamaste? - le reclame.

-Pensé que estarías descansando, lo necesitas para seguir buscando a Kai. Pero, ¡Vaya sorpresa! Estabas aquí.

-No puedo estar tranquilo descansando con esta situación. - me pase la mano por la cara con frustración. - Será mejor que vaya a ver a Ami.

Comencé a moverme, pero al pasar a lado de Hange me detuvo por el brazo.

-Deja que me encargue de la RG. Por esta vez, solo quedate con Ami.

Lo pensé, tantas veces le había confiado la vida de mi esposa a ella, pero supongo que esta vez no podía ser de tal modo, pues si lo hacía me arrepentiría toda la vida.

-Esta bien.

Con esa respuesta, me dejó ir. Y de camino a la salida del edificio, me encontré con el capitán Swindell.

-¿Señor, tiene alguna otra orden? - me cuestionó al instante.

-Si, apoye a la Comandante Hange, ella le dará sus nuevas instrucciones y notifiqueme el resultado de su misión con ella.

-Si, señor. - saludo y se retiro para buscar a Hange.

Suspire con cansancio, pero también con alivio de poder dejar un problema de lado. En tantos años, había solucionado infinidad de problemas, todo al mismo tiempo, pero ahora que mi familia estaba de por medio, estaba lo suficientemente bloqueado como para que pidiera ayuda. Un cambio radical en lo que soy, pero no se me ocurre un modo mejor de actuar.

Como sea, con el cúmulo de pensamientos aún atormentado mi mente, me las arregle para llegar al hospital, donde me encontré a Michele en la sala de espera.

-Gaby y Falco están adentro. - respondió ante mi duda silenciosa. - Creí que debía darles su espacio.

-Gracias. - y lo decía por todo.

Sin decir una palabra más fui hasta la habitación de Ami, me anuncie antes de entrar y al hacerlo, Gaby y Falco sonrieron como saludo.

-¿Interrumpo? - pregunte.

-¡Levi! Para nada, me contaban que están a pocos días de que nazca el bebé. - me respondió Ami con una hermosa sonrisa.

Al parecer hoy era uno de esos buenos días, de esos que quizá ya no serían muchos.

-Ah, ¿el gran día esta por llegar? - comente acercándome a Ami.

-Si, estamos muy nerviosos. - respondió Falco.

-No hay porque estarlo, en primera porque aquí nos tienen para apoyarlos en lo que sea y en segunda todo saldrá muy bien. - comentó Ami.

Llegue a su lado, le di un beso en la frente y me senté a su lado en la cama.

- Si bueno, es un apoyo a la distancia, porque en el parto solo estará Falco. - recordé.

-¡Levi! - me sermoneo Ami. - Esas cosas son lo que ponen nerviosas a las madres primerizas.

-Ya, perdón. - fingí arrepentimiento. - Si sale algo mal, matamos a los médicos incompetentes, ¿mejor?

Gaby soltó una carcajada.

-No esperaba menos del Capitán Levi. - acepto Gaby aún riendo. - De verdad muchas gracias por ser como mis padres, sobre todo ahora que más los necesito.

Ami estiro su mano, para poder alcanzar a Gaby.

-Ni lo menciones, tus padres fueron, por muchos años, esa familia que perdimos cuando niños. Nosotros les debemos mucho y por ello, siempre estaremos aquí para ti, para Falco y para tu bebé. Son de nuestra familia ahora.

Sus palabras fueron un balde de agua fría para mi. Tras la noticias de ayer, las memorias de cuando sentí que la perdí hace años y toda la situación actual me hacían dudar que sus deseos fueran a cumplirse. O quizá solo estaba siendo demasiado pesimista.

-Hablando de familia... - intervino Falco. - Necesitan ayuda con...

-No, estamos cubiertos, además, la prioridad es Gaby y tu hijo. - le interrumpí con amabilidad.

-Es verdad, el futuro padre no debe descuidar a su esposa. - razonó Ami. - Además, espera a que nazca el bebé, el que necesitará ayuda serás tu.

-¡Más ayuda! - bromeó Falco. - Ya es difícil lidiar con una embarazada con tan mal carácter. ¿Será peor después?

-¡Oye! - le regaño Gaby.

-Será tan difícil que no puedes imaginartelo. - le confirme.

Me gane un golpe en el hombro de Ami, sonreí de lado.

-Tsk, pero cuando el bebé diga su primera palabra, de sus primeros pasos, conforme crezca, sabrás que valió la pena soportar todo eso... - añadí con algo de nostalgia. - Al final, vale la pena...

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora