📖CIENTO OCHO📖

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-...Por favor, escapa de la escuela conmigo, vamos a hacer una ultima investigación sobre el pasado juntos; me niego a hacer cualquier cosa si no me acompañas. Eres muy importante para mi, así que no puedo hacer esto sin ti...

Mi declaración la tomo por sorpresa, al punto de dejarla con una negativa en la punta de la lengua, pero sin atreverse a decir nada. Aprovechando su desconcierto, añadí:

-Siempre hemos sido los 3, bueno y Niggel, pero principalmente nosotros. No puedes, ahora, simplemente decir que no vienes, ¿Qué pasa con eso de que nuestras aventuras debemos vivirlas juntos? Somos el siguiente Gran Trio Problema. -Hice una pausa esperando a que ella dijera algo, pero aun parecía sopesar mis palabras. No seria fácil convencerla. - Mira, se que es un completa tontearía esto, que quizá es mas un capricho mío por querer llevarle la contra a mis padres, pero es algo que siempre hemos soñado por descubrir los 3. Se muy bien que quieres saber que hay detrás de esa mente calculadora de tu padres, que quieres saber como la historia de tu madre termina entrelazándose con la de tu padre; se que quieres descubrir todo lo que la escuela no puede decirte, todo lo que no encuentras en los libros de la biblioteca. ¡Dios! Te conozco tan bien que se que estas tan ansiosa por descubrir la verdad como yo; así eres tu, eres la cabecilla de nuestro grupo, la más curiosa, la más necesaria y, como ya dije, eres muy importante para mi, así que, por favor, ven con nosotros.

Lo último no estaba seguro de en que momento se había colado en mi boca, lo pensaba en lo más profundo de mi mente, había querido decirlo algunas veces en el pasado, sobre todo cuando me brindo consuelo por lo de mis abuelos, pero ahora que lo decía en voz alta no podía dejar de sentirme avergonzado y pensar que era una tontearía. Recordé una pequeña platica con mi padre, de hace unos meses:

«-¿Y como supiste que te gustaba mi madre? -le cuestione aquella vez.

Había olvidado donde estábamos y que estábamos haciendo, pero eso era irrelevante. Lo importante es que había aprovechado que mi madre no estaba cerca de nosotros, como si fuera un tema confidencial entre padre e hijo. Extrañaba eso.

-No lo sé... - confeso tras unos segundos de silencio.

-¿Cómo que no lo sabes? Debes saberlo, debe de haber algo que te haya hecho pensar que la necesitabas en tu vida... - insistí.

-Veo que Mikasa te ha metido sus ideas absurdas.-se burlo evadiendo mi pregunta.

-Diré que si, pero eso no responde mi pregunta.

-¿Y que si no hay respuesta?

-No es posible, siempre hay algo, para todo existe una razón.

-¡Dios! No tendría yo que decirte esto...- se quejo con un suspiro desesperado, con el cual intentaba ocultar la sonrisa ladina producto, seguramente, de algún recuerdo desbloqueado por mi pregunta.

-Pero... - repetí cada vez mas curioso.

-Pero a veces no se necesita una razón, simplemente lo sientes, lo sabes y entonces, al minuto siguiente ya estas arriesgando la vida por esa persona que te importa. - dijo negándose a dar mas detalles. »

¿Arriesgar la vida? ¿Una persona importante? ¿Un algo sin razón de ser, un presentimiento de que eso es? Eso no respondía mis dudas, pero si me dejo ver un lado mas humano y normal de mi propio padre. ¿Qué no eso es lo que quería? Encontrar la vida y humanidad perdida de mis padres.

Kikyō soltó un largo suspiro y luego negó con la cabeza.

-Eres un tonto, Kai Ackerman - dijo divertida.

Abrí mucho los ojos. Era la primera vez que: 1) me llamaba por mi nombre completo y 2) me decía "tonto"; no sabia como reaccionar o que decir, aun así sonreí y sentí una gran emoción. Estábamos bien.

-No puedo creer que de verdad creyeras que no iría - me reprocho con una sonrisa burlona.

-En mi defensa, sonaste muy segura de tu decisión -explique dejándome contagiar por su alegría y burla.

-Pues claro que debía sonar así, si de verdad estoy segura de ello. -comento con obviedad. Su personalidad era tan voluble que me seguía sorprendiendo, pero no tanto como el hecho de que solo cambiara conmigo, "solo conmigo". - Pero, aunque estaba segura, sabia que si no iba con ustedes seguramente fracasarían antes de siquiera escapar de la escuela.

-Oye, eso me ofende. - le seguí el juego. - Aunque tienes algo de razón...

-¿Algo de razón? Yo siempre tengo razón.

Sonreí ampliamente. ¡Claro que siempre tenia razón! Pero no se lo diría, eso me dejaría peor parado de lo que ya estaba.

-Lo que me lleva a... -hizo una pausa dramática en lo que buscaba algo en sus bolsillos de su falda tableada, cuando encontró lo que necesitaba continuo: - ya tengo nuestro plan de escape...

-¿Ah, sí? - me apresure a decir mientras ella desdoblaba la hoja que acababa de obtener.

La hoja no era ni más ni menos que una copia perfecta del mapa de la escuela, donde se resaltaba unos horarios de entrega...

-¿Qué es...? - comencé a preguntar mientras tomaba la hoja.

-Eso es ni más ni menos que la rutina de entrega de alimentos a la cafetería. - Explicó emocionada - Desde que apareció Ymir, me la he pasado viendo los planos de la escuela en la biblioteca, pero no fue hasta ayer que descubrí los detalles de las entregas...

-Entonces, ¿propones que usemos esa hora de descarga de lo proveedores para salir? - le pregunté pensativo y entusiasmado; no era un mal plan, de hecho era un plan grandioso.

-Así mismo, ingresamos normal por la puerta principal, recorremos el edificio y nos escabullimos por la puerta de servicio sin que nadie nos vea. - resumió ella, completamente segura de su plan. - Si lo hacemos rápido seguro alcanzamos a llegar a tiempo al palacio, el único detalle es que haremos para que solo un adulto nos venga a recoger a la salida y evitar que sea sospechoso.

-Eso déjamelo a mi... - le pedí con una sonrisa - Por ahora, vayamos a decírselo a Carla y a Niggel, allá te explico el plan restante...

Y asi fue, apenas volvimos al salón bombardeados a nuestros amigos con los preparativos de nuestra escapada. Todos estuvieron de acuerdo con lo propuesto, dejando solo la ejecución del mismo. No podía esperar más para ello, aún cuando cierto nerviosismo me advertía que debía parar antes de que algo sucediera.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora