📖CINCUENTA Y CINCO📖

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-¡llagamos! - grite emocionado al cruzar la puerta de la casa.

Levi negó con la cabeza por el ruido y enseguida mi madre apareció por la escalera bajando tranquilamente.

-sanos y salvos, ¿cómo les fue? - nos saludo con una sonrisa.

-bastante bien - respondió mi padre sin darle mucha importancia.

Ami se acercó y me dio un beso en la frente, para después acercarse a Levi y darle un beso corto en los labios, este ya había comenzado a dejar su chamarra y portafolios cerca de la puerta.

-¿y esas flores? - pregunto Ami percatandose del ramo que yo llevaba.

-un regalo de papá, que se negó a entregarte el mismo - lo acuse, entregándole el ramo a mi madre.

Ella lo tomó y lo acercó a su nariz para disfrutar el refrescante aroma de los crisantemos, debo admitir que yo había hecho lo mismo en el último trayecto en que las lleve.

-Kai... - volvió a decir Levi reprochandome por haberlo acusado.

-gracias, son hermosas - comentó Ami hacia mi padre, se acercó y le dejó otro beso en la mejilla antes de ir a la cocina para poner las flores en agua.

Levi chasqueo la lengua, lo cual me hizo reír, su expresión era toda una joyita: miraba a otro lado y tenía una mueca que intentaba esconder su sonrisa ladina. Ami después de poner las flores en un pequeño jarrón al centro de la mesa, nos pidió que le diéramos las compras para acomodarlas y mientras tanto, nosotros le contamos nuestro día.

-entonces, el día si que fue provechoso después de todo - concluyó mi madre después de escucharme atentamente los últimos 30 minutos.

Ella ya estaba hasta preparando la cena para los 3, mientras Levi le ayudaba a preparar. No era raro verlos cocinar o lavar juntos, de hecho lo hacían tan seguido que a veces no me daba cuanta, como justo ahora.

-si, aunque jamás creí que papá fuera así de quejumbroso, normalmente es más... ¿Silencioso? - respondí intentando sacar otro tema de conversación.

-uff, no sabes lo quejumbroso que es - añadió Ami divertida, se dio la vuelta y se recargo en el mueble de la cocina- que suerte que no eres yo, porque el señorito “no-hablo-ni-porque-me-paguen”, suele quejarse hasta por los codos cuando no lo ves...

-eso no es verdad - se defendió Levi dejando de cortar unas verduras para la ensalada, para poder voltear a ver a su esposa.

-¿a no?... Kai, podrías refrescarle la memoria de cuando se entero de que tendría que ir a la ciudad - me pidió mi madre cruzandose de brazos.

Me estaba divirtiendo mucho, ya había tenido un poco de celos Ackerman, un poco de drama entre los primos Ackerman y ahora tenía un reclamo marital inofensivo de los Ackerman. No me lo creía.

-eso es distinto... - dijo mi padre de mala gana.

-no, no, no, admitelo Levi, eres más quejumbroso de lo que todos creen - le dijo mi madre con una sonrisa desafiante - por ejemplo, que hay de aquella noche cuando estaba embarazada que te quejaste por tener que ayudarme a voltearme...

-eraa tercera vez que lo pedías en 15 minutos - se defendió Levi.

-aja y que hay de la vez en que Kai accidentalmente rompió tu taza de té, no lo superaste por meses - le recordó Ami.

-ahora que lo recuerdo, no repusiste esa taza - se quejo Levi haciendo memoria.

-te quejaste aquella vez en que olvide limpiar las ventanas de nuestra habitación en la legión - siguió Ami con su listado, que interesante.

-ya nos consideraban sucios y tu les dabas motivos - Levi parecía tener una respuesta para todo.

-aja y que me dices de cuando te salve la vida, ese día fastidiarte a Farlan con el te... - se detuvo abruptamente a mitad de la palabra, clavo la vista en la mirada de mi padre, este había abandonado su expresión de siempre para abrir mucho los ojos sorprendido.

¿Preguntaba o no preguntaba? Si no lo hacía supondrían que conozco el nombre y sería sospechoso, si lo hacía corría el riesgo de arruinar lo que quedaba del día. Mi cabeza pensó en mil posibilidades.

-¿Farlan? Me suena el nombre... - comenté pensativo, eso hizo que el pánico corriera por el rostro de mi padre, ya lo esperaba. - ah, no, es Aslan... ¿Era científico o historiador?

-seguramente científico, suena a un nombre que te daría Hange - dijo Ami con nerviosismo - pero...

Volteo a ver a Levi y este negó disimuladamente volviendo a su actividad anterior. Simule que hiba a preguntar, pero Ami me negó con la cabeza, eso es lo que quería lograr.

-bueno, estábamos con las quejas... - comenté temeroso de lo que pudiera pasar.

-si bueno, parece que la naturaleza de tu padre es pasar el tiempo quejandose por todo - me siguió la corriente Ami, ella también volvió a su actividad - preguntale a Hange, ella era la causa de sus quejas casi siempre.

-lo haré ahora que la vea - acepte enseguida, pero la mención me hizo recordar - ¿este año haremos nuestro viaje a la playa anual? Solo tengo un par de semanas más de vacaciones y aún no vamos...

-bueno, no nos hemos puesto de acuerdo con todos, pero supongo que podríamos ver si vamos este fin de semana - comentó Ami pensativa - ¿qué opinas, Levi?

-sigo sin entender la obsesión de todos por el mar... - se quejo Levi.

-y no que no te quejabas - se burló Ami.

-hoy estuvo peor en su trabajo - le asegure a mi madre.

-me lo imagino - exclamó mi madre con una sonrisa de oreja a oreja.

La única respuesta de mi padre fue su chasquido habitual de lengua.

Poco después la cena estuvo lista, seguimos hablando con normalidad dejando pasar aquel nombre que yo conocía bien. Luego, al término de la cena, los 3 nos preparamos para dormir (o ellos más bien, yo solo simule hacerlo). Paso lo de siempre al irme a acostar, o casi lo de siempre, pues cuando Ami y Levi me arroparon, el segundo me dijo:

-¿te rendiste?

-solo por hoy, fue un gran día como para arruinarlo - le mentí, sabia que se refería al nombre.

-te lo dije... - le dijo Ami con seriedad.

-bien - fue la única respuesta de Levi antes de que ambos se fueran de mi habitación.

Tenía el presentimiento de que tendrían una interesante conversación, que seguramente no podría oír ni porque me pusiera detrás de su puerta. Así que, lo único que me quedaba era seguir leyendo el diario, había pasado tanto, que sentía que había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo leí.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora