📖SESENTA Y TRES PUNTO CINCO📖

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P. O. V. LEVI:

Luego de que Hange decidiera contar mi vergonzoso pasado con los grandes caballos y mi corta estatura, no tuve más remedio que levantarme e irme lo más lejos posible. Siempre hacia lo mismo.

-¿ahora que te hizo, Hange? - se burló Ami en cuanto me vio aparecer frente a ella.

-¿además de ser un dolor de cabeza? - le dije acunclillandome.

Ami estaba con Hannes, armando un castillo de arena no muy lejos de donde llegaban las olas del mar. Ciertamente no me gustaba el lugar, pero a ella le encantaba, así que cada año me obligaba a mi mismo a venir.

-es tan lindo, me recuerda Kai cuando niño - comento de la nada Ami.

Me había quedado observando a Hannes. Recordaba claramente cuando Kai tenía ese tamaño y balbuceaba sin parar, desde niño era tan hablador como Ami.

Justo en eso el pequeño de Eren, dejó su intento de castillo y se acercó estirando sus regordetes brazos hacia mí. Suspiré y lo tomé en brazos.

-si un día me hubiera dicho que cuidaría al hijo de Eren, les habría cortado la cabeza sin dudarlo - comente.

Ami soltó una risilla mientras veía como sostenía a Hannes y sostenía una de sus diminutas manos.

-a mi aun me sorprende que seas tan bueno con los niños - confesó mi esposa. - eras el único que conseguía hacer dormir a Kai en las madrugadas.

-bueno tampoco es que tu tuvieras intenciones de dejar tu sueño para hacerlo - le recordé sarcástico. Hannes rio como si hubiera entendido. - ves, el está de acuerdo.

-era lo justo, tu quisiste un hijo - me reprochó divertida. - debías ser tu quien se encargará de él por las noches.

-tsk, de nuevo con lo mismo...

Hannes comenzó a dejar de moverse poco después, mientras sus párpados se hiban cerrando a medida que lo mecia en mis brazos.

-¿recuerdas el día que Kai tuvo una pesadilla?

-si.

- aunque nos quedamos con el, me dio miedo que volviese a despertar alterado... Pero justo como ahora con Hannes, hiciste que durmiera plácidamente hasta la mañana siguiente.

-¿acaso estas celosa? - bromee.

-no estoy celosa y no lo digo por eso... - negó automáticamente - lo digo porque fue como ver desde fuera todas esas noches luego de lo de Farlan e Isabel.

-aún piensas en ellos cada que estamos aquí, ¿verdad?

-cómo no hacerlo, Isabel habría amado este lugar...

-si, quizá... - hice una pausa - pero estoy seguro de que aún animal de cuatro patas de mal genio, le habría desagradado completamente.

-oye, no hables de Miaullatan como si el pensara como tu, el estaría feliz pescando o cazando cangrejos.

-ese estúpido gato apenas si podía acicalarse correctamente, dudo que pudiera cazar o pescar.

-Agh, siempre insultando el pobre gato, sigue así y adoptare otro para fastidiarte. - se cruzó de brazos y movió la cara como en cada berrinche que hacia.

-mejor otro hijo...

Mi propio comentario me tomo por sorpresa. Me había dejado llevar por aquel distante recuerdo del peso de Kai en mis brazos y la sensación de tener algo demasiado frágil a mi cuidado. Voltee a ver a Ami, me miraba con algo más que consternación como suponía que me vería.

-¿hacer más grande la familia? - pregunto, una débil sonrisa se dibujo en su rostro, acercó la mano a la cabeza de Hannes y quito unos mechones rebeldes de su rostro - por mí esta bien y a Kai seguro le fascinaria tener un hermano o hermanita.

-y fue una conversación similar la que llevó al nacimiento de Kai - le dije para volver a cambiar de tema.

Con los años había aprendido un par de trucos de Ami. Los silencios ya no eran opción con ella, pero siempre podría llevar la conversación a otro tema cada que quisiera.

-el mejor momento de nuestras vidas - coincidió Ami orgullosa.

-definitivamente...

Ami estiró los brazos y le pase a Hannes con cuidado de no despertarlo.

-hora de llevarte con tu madre - dijo ella poniéndose de pie - ahora tengo ganas de consentir a mi hijo.

-¿consentirlo o torturarlo?

-sigue así Levi Ackerman y está noche no duermes en la cama.

-con eso de que duermo siquiera.

-entonces te obligare a estar en la cama.

-basta con que lo pidas en realidad. - dije encogiendome de hombros.

-y dices que no se parece Kai a ti, tiene exactamente tu misma habilidad para hacerme perder los estribos y darle la vuelta a mis comentarios - se quejo ella, aun sosteniendo a Hannes mientras lo mecia un poco.

-no es una habilidad, lo tuve que aprender para sobrevivir a tu caótica personalidad...

-aja, pero bien que adoras mi caótica personalidad.

-por supuesto, por algo me case contigo, un dolor de cabeza.

- me amas, lo sé.

-si, te amo.

Pocas veces lograba que se sonrojara, todas y cada una de ellas siempre eran inesperadas para mí, más que para ella. Si tan solo Erwin o Farlan estuvieran aquí, ya habrían hecho todo un espectáculo para burlarse; incluso Hange estaría aquí dando saltitos a nuestro alrededor cantarroneando algo como: "que vivan los novios". Afortunadamente, la cuatro ojos estaba lo suficientemente lejos para escuchar.

-si, esta noche tendré que mantenerte en la cama... - soltó en voz queda.

Sonreí de lado y negué ante la insinuación.

-ya quiero que lo intentes - me burle.

En respuesta de inclino rápidamente y me robo un beso en los labios. Vaya que ella también tenía la habilidad de sorprenderme en cualquier momento.

-paciencia, señor Arai.

Puse mala cara. Que me llamara por su apellido me recordaba al tiempo en que casi toda la legión pensaba que éramos hermanos y me llamaban por el apellido de ella, a falta del mío propio.

Deje que ella se alejara primero antes de seguirla y terminar sentado nuevamente a su lado, luego de capturara a Kai entre sus piernas y brazos. Mi hijo me miró suplicante.

-¡ayuda! - le dije.

Sonreí. Kai siempre actuaba como si detestar a que Ami lo tratase de ese modo, pero no importaba cuanto tratada de ocultarlo, yo estaba seguro de que lo disfrutaba, después de todo era nuestro pequeño y no podía evitar aquel afecto.

-shh, quieto, solo 5 minutos - le pidió Ami.

Kai me observaba, siempre lo hacía. Asentí para que dejase de luchar con Ami, pareció entenderlo y se rindió. Era una buena imagen, más que la del mar durante el atardecer; de hecho, nada me daba más paz que ver a las dos personas más importantes de mi vida en total tranquilidad, sin peligro al acecho y sin preocupaciones. Ojalá todos hubiéramos terminado así.

Ami soltó a Kai de un lado, para poder acercar su mano hasta la mía y entrelazar nuestros dedos. Sonrió cómo diciendo dos simples palabras: te amo.


©️ De la imagen:  A quién corresponda.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora