CAPÍTULO 69 Recordando sustos

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—Travis, mira— le enseñó su ropa interior. —Esto no puede ser el sangrado de implantación, Trav, no lo es, eso ya pasó— dijo haciendo memoria, pero por más que quería recordar, ya no estaba segura de que estaba bien o que estaba mal, con los mellizos la pasaron terrible la mayor parte del embarazo, ¿Esto iba a ser igual?, no iban a arriesgarse.

—Mierda, Tay— dijo asustado. —Tranquila, no estamos lejos de Los Ángeles, espero que puedas llamar a la doctora, y ojalá nos pueda atender ahora, si no, tendremos que buscar a alguien aquí—

—No, estamos a una hora en avión, ahora mismo le voy a llamar— salió del baño desesperada por buscar su teléfono, ni siquiera podía coordinar algo bien, quería preguntar por sus hijos, pero no podía perder tiempo, tomó su celular y se alejó para llamar a la doctora.


Kelce miraba como es que Taylor trataba de hacerse cargo de la situación, sin duda debía estar aterrada, él se encargó de decirle a su madre que probablemente llegarían en la noche, no lo sabía, no quería decirle nada comprometedor porque nadie sabía del embarazo, tan solo pensar lo mucho que han luchado por que sucediera y que algo malo pasaba le causaba un nudo en el estómago, que le daba nauseas.

Ella regresaba de terminar con la llamada. —Puede atendernos inmediatamente de que lleguemos a L.A, será mejor que nos arreglemos para irnos, di la indicación que busquen ruta aérea pronto, para podernos ir—


Ambos se dieron un baño rápido, la noche anterior había sido genial, ahora, amanecer con ese miedo era algo que les causaba sentimientos encontrados, después de que se arreglaron y tenían todas las cosas listas, el equipo del hotel les ayudó con sus pequeños equipajes, no venían a vacacionar, solo era una noche, la camioneta los trasladó al aeropuerto y al subir al avión, los nervios de Taylor iban a colapsar.

—Espero que no sea nada malo— la cara de Taylor reflejaba que estaba a punto de llorar, quería ser fuerte, pero al mismo tiempo trataba de hacerse a la idea de que pasando los 4 meses es cuando podrían asegurarse de que el bebé tendría grandes posibilidades de ser un embarazo exitoso.

—Nena, calma— claro que podía adivinar todo lo que pensaba, no hacía falta preguntarle, la palabra aborto rondaba por su cabeza, eso era un hecho. —Debemos tranquilizarnos, sé que es complicado, pero no podemos adelantarnos a nada, ¿Te sientes mal? —

—No sé ni lo que siento ya— no pudo evitarlo, comenzó a llorar.

Ver la cara de Taylor en llanto hacía que él se sintiera aún peor, la abrazó fuertemente, para que se sintiera lo más cobijada posible, no iba a darle falsas esperanzas tampoco, solo quedaba esperar a la revisión de emergencia y ver que es lo que la doctora les iba a decir.


Los abortos naturales pasan todo el tiempo, es más común de lo que la gente piensa, esperaban y rogaban al cielo con todas sus fuerzas que ese no fuese su caso, no sabrían cómo manejarlo, las ilusiones que se han hecho, sobre todo Travis, se encontraban por las nubes, era un Kelce el que se encontraba dentro de la mujer que ama, por supuesto que debía ser un guerrero como sus hermanos, no le iba a pasar nada, debía mantenerse firme en la fiel idea que estaría bien, si no lo hacía él, ¿Quién?, su esposa tendría en ese momento todos los miedos y recuerdos atroces reflejados en su cerebro, lo que ha tratado de enterrar salió a relucir al mirar ese sangrado por la mañana, el embarazo de los mellizos fue caótico, pero como se enteraron semanas después de que estaba embarazada, no tenían un referente claro de lo que era saberlo antes de las seis semanas, ahora con cuatro, debían ser precavidos y tal vez no lo estaban siendo lo suficiente, los vuelos inesperados, las relaciones sexuales intensas, todo jugaba un papel que denotaba culpabilidad.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora