Eres mi juego final

CAPÍTULO 14 Pequeño error

A la mañana siguiente, el sol se estaba asomando por la enorme ventana del cuarto de la pareja, los ligeros rayos de luz, se reflejaban en el cabello dorado de Taylor, ella al sentirlos en la cara se dio la vuelta para seguir durmiendo, Travis la estaba observando desde hace al menos unos diez minutos, no quería sentirse invasivo, pero le encantaba admirarla, sobre todo cuando no tenía nada de ropa, estaba abrazada de la almohada, adoptando la vieja costumbre que tuvo mientras estaba embarazada de sus mellizos, era un recuerdo adorable, besó su frente y se levantó para recoger la ropa que estaba regada por todos lados, viendo la hora, el hermano de Tay y Sydney no tardarían en llegar con los niños y no podían ver este desastre.

Colocó la ropa en el cesto de ropa sucia y se metió al baño para ducharse y verificar si los regalos que pidió hace unos días ya habrían llegado, eran casi las siete de la mañana, momento perfecto, al salir del baño, se vistió con una sudadera y pants a juego color negro, se preparaba mentalmente para despedirse de su amada y sus hijos, ella repetiría los conciertos pausados en Australia ya que hace un año no pudo hacer las transiciones saltando en el escenario por el embarazo, vio que su esposa seguía dormida, así que creyó que sería mejor despertarla, aunque quisiera dejarla dormir más, se debían alistar.

Se acercó a la cama, sentándose de su lado, para besar su hombro. —Tay—

—Hmmm—

—Nena— volvió a besar su hombro. —Debes despertar ya—

Ella se estiró sonriendo, recordando todo lo que anoche hicieron, eso levantaría de buenas a cualquiera. —Mi amor—

—Buenos días, preciosa— la besó. —¿Dormiste bien? —

—De maravilla— sonrió. —Pero ya necesito a mis bebés— se tocó los pechos.

—Estoy seguro de que sí, no deben tardar, así que, puedes bañarte mientras me encargo del desayuno—

—Ok— se levantó de la cama. —¿Podrías buscarme los extractores de leche en lo que me baño? —

—Claro—

Swift fue directo al baño, entrando a la ducha, se sentía ligera, no cabía duda de que el sexo era un relajante bastante efectivo, mientras se lavaba el cabello recordaba lo que anoche hizo, apenas estarían cumpliendo tres días de casados, y aunque solo lo sabía su familia, pronto, lo sabría el mundo, porque notarían su anillo de matrimonio, sus fans estaban en todo y por supuesto lo iban a descubrir.

Al terminar de bañarse, se puso la bata y buscó su cepillo de dientes, la crema dental estaba vacía así que sacó una nueva del cajón del baño, al ir a tirar a la basura la vacía, cuando abrió el bote, sus ojos se abrieron por completo.

—¡Travis!, ¡Travis! —

La rubia gritó desde el baño, Kelce la escuchó y entró corriendo asustado. —¿Qué pasa?, nena, ¿Te caíste? —

—Travis, no, mira la basura—

—¿Qué tiene?, solo está el preservativo usado—

—Sí, ¿Y ya lo viste? —

—No entiendo, ¿Qué tiene? —

—Está roto—

—¿Qué? —

—Está roto, Travis, ¡Está roto! —

—¿Cómo va a estar roto?, Taylor, yo me lo quité, y lo boté—

—¿Y lo revisaste? —

—No...—

—Ay no, Travis, no, no, no— estaba nerviosa.