Acalorado juego de golf PARTE 4

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La camioneta de los Mahomes se alejaba mientras Taylor estaba asomada por la ventana, Travis encendió la chimenea, ahí secarían su ropa, claramente no tenían planeado quedarse como tal ahí, por lo que no tenían prendas para ello, así que debían secarla al calor del fuego, al menos, la cabaña contaba con algunas batas que podrían usar mientras.

—Nena, será mejor que te quites todo eso, estamos empapados, no quiero que te resfríes—

—Ni yo—


Caminaron dentro de la habitación principal que se hallaba en la planta baja del lugar, entraron al baño para quitarse la ropa, Taylor batallaba un poco, se sentía tan pegada a su cuerpo, le causaba una sensación de incomodidad, al quitarse todo, exprimió la ropa para que se secara más rápido.

—Puedes darte un baño, yo me llevo la ropa y después vuelvo— Kelce estaba preocupado porque ella no fuese a enfermar, tener un resfriado y embarazada nunca era agradable, además pensaba que, si le daba fuerte, pondría en riesgo el embarazo.

—Ok, luego de eso, llamaré a Alex y Christian, deben estarnos esperando afuera del recinto—

—Está bien—

Travis se quitó su ropa, exprimiéndola de igual modo, mientras su esposa se duchaba, salió a la sala principal para poner la ropa cerca del fuego y que el calor la secara, al menos las batas eran bastante cómodas, revisó si su celular tenía algún daño, por suerte estaba intacto, decidió mandarle un mensaje a Austin para saber cómo estaban sus hijos, la lluvia podía ser algo que los asustara, ellos no habían presenciado ninguna tormenta tan fuerte como la que están experimentando en el campo.


En la casa, Austin trataba de calmar los ánimos de sus sobrinos, Evie estaba impresionada al ver como los rayos caían del cielo, iluminando la oscuridad, ese ruido fuerte de los truenos le parecía asombroso, pegada de la ventana del cuarto de sus padres, saltaba para tener una mejor vista desde la cama de ellos, Charles miraba, pero al mismo tiempo, se tapaba los oídos cada que sonaba un trueno, en el instante que brillaba el cielo, sabía que iba a sonar y eso le daba miedo.

—Tranquilos chicos, está lloviendo mucho, pero es genial la lluvia, las luces que ven son los rayos y lo que suena son truenos, no pasa nada, estamos a salvo dentro de casa— les explicaba.

Evie miraba fascinada, no recordaba haber visto algo así. —Trueno—

—Sí, eso es un trueno— sonó más fuerte.

Chalie abrazó a su tío. 

—Todo está bien Charlie, pronto pasará la lluvia—

—Mami— el niño preguntó.

—Volverán por la mañana, con esta lluvia dudo que deban manejar así, no es seguro— dijo. —Ya es algo tarde para ustedes, debemos ir a la cama—

—Cama no— Evie saltaba.

—No, cama no— Charles replicó.

—Ok...— se puso a pensar. —¿Qué les parece si acampamos en la sala?, supongo que ya han acampado, ¿O no?, conociendo a mi hermana, tal vez no— rio, ella cuidaba mucho de no salir y ser fotografiados, al menos hasta ahora. —Vamos abajo— tomó algunas sábanas.


En la planta baja de la casa, Austin montó un campamento improvisado, sosteniendo de los muebles las sábanas para que pudieran hacerla de tienda de campaña, los niños estaban emocionados, se metieron debajo de la tienda contentos.

—¿Qué opinan? — aventó un montón de almohadas y cobijas para dormir. —Vamos a dormir aquí— rio al verlos.

—Dormir— tomó una almohada. —Tío, bebé— le acercó a su muñeco para que lo durmiera.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora