CAPÍTULO 110 Dejar ir

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Travis se quedó perplejo al oírle decir eso a Taylor, ¿Otro bebé?, ¿De verdad estaba pidiéndole otro bebé?, ¿Era una broma?, ¿El aroma que desprendía el alcohol de las bebidas de los demás le afectó?, ¿Qué es lo que estaba pasando?, ¿Eso era posible?

—Tay— no sabía que decir.

—¿Qué?, ¿No te agradó lo que dije? — preguntó inocente.

—No, no, espera, necesito despejar mi mente, ¿Estás queriendo decirme que quieres tener otro hijo?, ¿Hablas de verdad?, Taylor, no me asustes, yo creo que es momento de que nos vayamos al departamento y entres en la cama a dormir, porque la falta de sueño de ayer debe estar surtiendo un efecto que me preocupa—

—Travis Michael, no me digas esas cosas tan ofensivas, no estoy loca, te estoy diciendo que quiero otro hijo— secretamente si lo quería, pero también no deseaba parar sus planes musicales por ser madre de nuevo, ¿O sí?, no sabía, su mente era un mar de ideas locas en ese momento, tanto que no sabía si estaba pensando coherentemente.

—Nena, perdón, no quiero que pienses eso, no creo que estés loca, solo quiero hacerte saber que no es el instante adecuado para que hablemos de esto, Sadie todavía no nace y... Uff, no, espera— se echaba aire, era una locura, claro que lo era, él ha bromeado demasiado al respecto acerca de tener otro bebé, pero era eso, bromas, aunque tampoco se negaba a la idea de tener un hijo más, primero debían aclarar su mente, sobre todo ella, ¿Otro embarazo?, ¿Sería eso lo ideal?, ¿Lo estaba diciendo al calor del momento?, pudiera ser eso, tenía que ser eso. —No entiendo nada—

—No hay mucho que entender, Travis, quiero otro hijo— estaba insistente.

—Taylor, por favor, te amo con mi vida, pero tienes que admitir que lo que estás diciendo y pensando ahora es extraño, no te molestes conmigo, quiero hacerte entender—

—Travis, de verdad, deja de hacerme sentir como una desequilibrada— se molestó.

—Nena, por favor, no es lo que quiero decir, no podemos hablar de este tema ahora mismo, es delicado— Kelce se asustó, no quería hacerla enojar, pero de verdad estaba sorprendido.

—Bien, entiendo— se sentó molesta.

—Tay, por favor—

—No, no, está bien, entiendo, tan solo deja que vaya al baño, ¿Ok? — se puso de pie, alejándose y entrando a dicha pieza.


¿Qué es lo que le estaba pasando?, apenas hace un rato pensaba que sus planes de regreso a su trabajo y pasión de cantante podía despegar y ahora, justamente se le ocurría desear otro hijo, ¿Estaba loca?, sí, definitivamente estaba loca, ¿Travis tenía algo que le hacía querer que la embarazara?, porque de otro modo no se explicaba nada de lo que su loca mente le estaba haciendo maquinar, un cuarto hijo, no era algo que se debe tomar a la ligera, ella misma lo sabía, entonces, ¿Por qué pensaba en eso?, sin duda necesitaba irse a su departamento ya y dormir, su mente estaba agotada por la falta de sueño que le causaba el embarazo y el ser madre.

Ahora le daba vergüenza haber soltado ese tema tan delicado con su esposo, seguro que el pobre estaba afuera todo nervioso y pensando en que hacer para reparar algo que él no hizo, como hacerla enojar. —Dios, Sadie, mami hoy esta con las emociones alborotadas— se acarició el vientre. —Creo que, si debo irme a dormir, esto me está dando vueltas muy raro en la mente, estoy pensando locuras—


Afuera Gigi se dio cuenta de la rara escena, no quería meterse en un tema que no era de su incumbencia, porque asuntos de pareja deben siempre quedarse entre esas dos personas, pero al ver la cara del gigante de preocupación, se le ocurrió entrar al baño para ver si su amiga estaba bien.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora