Corta separación PARTE 2

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—¿A qué te refieres con que se encuentra aquí? — la rubia estaba asustada, lo que menos quería es que el londinense se encontrara en su país, no es que ella pudiera prohibirle la entrada, la razón es que no iba a sentirse tranquila yéndose a otro país y dejando a sus bebés lejos.

—En el aeropuerto, da la casualidad de que tiene algún asunto en la ciudad, llegó al mismo tiempo que tú y por suerte no tuvo la oportunidad de acercarse a ti, aunque legalmente no puede—

—Supongo que con la poca inteligencia que le queda, mantendrá su distancia, gracias por avisarme Tree—

—No es nada, por cierto, cuando regreses de Canadá te espero, tenemos que ver con respecto al final de la gira—

—Sí, lo sé, gracias, Carol, te veo luego—

—Adiós—

Colgaron.


Scott se le quedó mirando.

—Joe— solo pudo decir eso.

Su padre entendió todo, se encargaría de coordinar al equipo de seguridad mientras pasaban la noche en la casa que tiene ahí, Andrea prefirió alcanzarlos al siguiente día, así que volaría de Nashville directo a Los Ángeles. —Saldremos rápido de aquí—

El revuelo iba a comenzar, en cuanto supieron que el actor Joe Alwyn y Taylor Swift compartieron el aeropuerto todos especulaban cosas, ¿Ya no se podía andar libre en un aeropuerto?, no es que fue a ver a Joe, la situación legal de ellos dos era oculta al público, por lo que no sabían que él no se podía acercar a la cantante.

—No necesito más estrés ahora— metió su celular en la bolsa de mano que tenía al lado de ella y cerró los ojos un momento, quienes invadían su pensamiento eran sus bebés, no había que ser adivino para saber que en cuanto se dieran cuenta de que ella no estaba la pasarían mal.


La enorme mansión de Taylor ya se asomaba a lo lejos de la calle, por fortuna era una zona bastante exclusiva, así que no sentiría temor de nada, no le preocupaba del todo Joseph, seguro estaría viniendo a algún casting o algo, todo el mundo se preguntaba cómo es que el sujeto se mantenía monetariamente, era de conocimiento público que no había logrado obtener trabajos relevantes desde que dejó de salir con Taylor Swift, lo que la gente ignoraba o pasaba de lado es que él al componer algunas canciones con la rubia, poseía créditos como escritor, así que recibía un pago por ello, el cual era de ayuda para mantenerse, no era un pago malo, ya que la cantante ha sido la más escuchada en los últimos años, no perdía ese puesto.

—Llegamos— Scott anunció a su hija.

Ella abrió los ojos, el trayecto no fue más que de treinta minutos, el tiempo suficiente para que los pensamientos intrusivos y las preocupaciones llegaran sin buscarlas. —Ok—

Salieron de la camioneta y entraron a la casa, la última vez que estuvo ahí fue para hacer una leve escala e ir a alcanzar a su esposo a Las Vegas, nueve meses de ese suceso tan espectacular, contando su boda secreta, albergaba lindos recuerdos en su memoria, el como pasó los últimos meses del embarazo de sus hijos con Travis, quería repetirlo, pero ahora, quedaría ese asunto aplazado, la organización de una boda la esperaba y aunque el organizador lo haría mayormente, ella siempre quería tener el control de todo.


La hora de dormir en la ciudad de Kansas había llegado, todo marchaba bien, los niños cenaron a la misma hora como acostumbraban y realizaban la rutina igual que siempre, Travis auguraba que no se pusieran locos al menos hasta el otro día, era complicado arrullar a dos niños al mismo tiempo, ha sido una tarea compartida con Taylor, por lo que Donna le ayudaba con Evie y él se encargaba de Charles, quien se mostraba más sensible, mañana sería viernes y debía salir a entrenar entonces no sabía cómo iba a salir todo eso.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora