Eres mi juego final

CAPÍTULO 89 ¿Otra vez?

Austin llegó al mismo tiempo, esa mañana se sentía muy animado, vio que su hermana estaba parada junto con sus sobrinos en el marco de la entrada, se colocó al lado de ella, observando lo mismo, sorprendido, con los ojos bien abiertos y sin palabras.

Los niños se quedaron parados al sentir que su mamá les soltó la mano, se le quedaron mirando a ella, pero la rubia estaba mirando otra cosa, al llegar a la cocina, sus padres estaban justamente ahí, no era muy temprano, pero seguramente creyeron que estarían solos un largo rato todavía, Scott y Andrea se estaban besando, ambos se separaron automáticamente al escuchar que los tres se hallaban ahí, parados en la entrada de la cocina.

—Tay, Austin— Scott dijo muy avergonzado.

—Taylor— Andrea estaba roja. —Austin—

—Oh, Dios, pero... ¿Qué significa esto?, es decir, ustedes dos tienen separados tantos años, no entiendo esto— la rubia los señaló.

—Bueno, Tay, simplemente pasó— la señora Swift respondió.

—¿Simplemente?, no tiene nada de simple esto, todo es raro, Dios— era una impresión fuerte, más en su estado.

Taylor no entendía nada, ¿Sus padres salían de nuevo?, ¿Desde cuándo?, era una impresión demasiado fuerte, sobre todo porque a ella le tocó presenciar muchas peleas antes de que los dos tomaran la decisión de divorciarse, y justamente ahora, en su casa, sus papás tenían una sesión de besos mientras nadie los veía, la rubia no podía procesar eso del mejor modo, todo era confuso, así que se sentó en la silla más cercana porque se sentía rara.

—Tay, calma, ¿Qué tienes? — Scott se acercó a su hija.

—Nada, denme unos minutos para asimilar esta escena— se acarició el vientre, tratando de controlar su reacción, unos cuantos respiros la harían calmarse.

—¿No apruebas esto, Taylor? — Andrea lo tomó así.

—Me gustaría reservarme ese comentario— volteó a ver a sus hijos, que seguían parados en la entrada de la cocina, ellos no entendían nada de lo que vieron.

—Tengo que decir que ustedes dos son muy raros— Austin hizo una cara de desagrado. —No entiendo nada de esto—

—No hay mucho que comprender— Scott rio.

Y era verdad, los señores Swift han estado separados desde el 2011, pero se han visto tan seguido por sus hijos, sobre todo por la cantante, porque ellos manejan muchas cuestiones laborales de esta, han estado presentes en cada etapa y evento de su vida que por supuesto que lo más común era que Andrea y Scott pasaran de tener una relación de trabajo – padre y madre a volver a tratar de ser pareja, nadie sabía a ciencia cierta por qué se separaron para empezar, ese secreto lo mantendrían bajo llave.

Austin palmeó la espalda de su hermana como si fuese uno de sus amigos.

—Hey— Taylor volteó a verlo.

—Lo siento, son los nervios— rio. —Ok, vamos a sacar una conclusión rápida de esto porque es tan raro que no quiero volver a tocar el tema, tú y tú— señaló a sus padres. —Están saliendo de nuevo, si o no— los acusó.

—Será mejor que cuides tu tono de voz, Kingsley— su madre le regañó.

—Lo siento de nuevo— se talló la cara. —Tan solo respondan, quiero saber como debo actuar alrededor de ustedes— no estaba en contra de que sus padres volvieran, ellos son un par de personas mayores, sin embargo, han sido años de ir a dos casas distintas para visitarlos, no comprendía nada aún.