El profesor de pociones

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HARRY POTTER PERTENECE A J.K.ROWLING


Mientras comían, el director pregunto_ quién quiere leer.

Yo_ Flitwick levanto la mano.

El profesor de pociones_ leyó.

Severus se tensó preguntándose porque tendría un capítulo.

Porque el tendrá su propio capítulo_ se quejó Sirius, sin saber que había pensado lo mismo que su enemigo.

Vamos Sirius no seas exagerado_ le dijo Harry_ además el tercer libro se llama el prisionero de Azkaban, algo me dice que estará centrado en ti_ lo tranquilizo.

Eso hizo que pusiera una sonrisa arrogante, mientras su familia reía y Amelia esperaba que se rebelara su inocencia para poder hacer publica su relación.

Allí, mira. —¿Dónde? —Al lado del chico alto y pelirrojo. —¿El de gafas? —¿Has visto su cara? —¿Has visto su cicatriz? Los murmullos siguieron a Harry desde el momento en que, al día siguiente, salió del dormitorio.

En serio, no tenían nada mejor que hacer_ se molesto Sirius, avergonzando a varios.

Recuerda que son solo niños, Sirius_ le dijo Remus_ es normal que se emocionen de conocer a alguien tan famoso_ Sirius tuvo que admitir que su amigo tenía razón.

Los alumnos que esperaban fuera de las aulas se ponían de puntillas para mirarlo, o se daban la vuelta en los pasillos, observándolo con atención. Harry deseaba que no lo hicieran,

Snape lo miro sorprendido, de que no alardeara por ser tan famoso, mientras Minerva le dio una mirada divertida pues su colega siempre decía que Harry Potter era un buscador de atención.

porque intentaba concentrarse para encontrar el camino de su clase. En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras estrechas y destartaladas. Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes. Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar. Después, había puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y puertas que, en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas.

Odio esas_ dijo Neville frotándose la nariz recordando todas las veces que se había topado con una pared.

Algunos se rieron, pero la mayoría le dio la razón, en algún momento, todos se habían golpeado con una.

También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían visitándose unos a otros, y Harry estaba seguro de que las armaduras podían andar.

Pueden_ dijo Minerva_ con un hechizo muy difícil.

De verdad profesora_ pregunto Dean.

Si_ asintió_ pero solo cuando la escuela esté en peligro_ luego más bajo añadió_ siempre he querido hacer eso_ dijo haciendo que sus colegas se burlaran.

Los fantasmas tampoco ayudaban. Siempre era una desagradable sorpresa que alguno se deslizara súbitamente a través de la puerta que se intentaba abrir.

De verdad hacen es_ se horrorizo Fleur.

Si, pero con el tiempo te acostumbras_ dijo Bill sonriendo ante la mirada de su novia.

Nick Casi Decapitado siempre se sentía contento de señalar el camino indicado a los nuevos Gryffindors, pero Peeves el poltergeist se encargaba de poner puertas cerradas y escaleras con trampas en el camino de los que llegaban tarde a clase.

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora