El heredero de Slytherin

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HARRY POTTER PERTENECE A J.K.ROWLING

Quien quiere leer ahora_ pregunto el director, al ver que nadie se ofrecía, demasiados nerviosos por lo que vendría en el capítulo, Michael levanto la mano.

Yo leeré_ dijo recibiendo el libro de Luna.

El heredero de Slytherin_ leyó.

Al fin sabremos quién es_ dijo Amelia, mas que ansiosa.

Se hallaba en el extremo de una sala muy grande, apenas iluminada.

Era de esperarse que estuviera ahí_ suspiro Sirius.

Altísimas columnas de piedra talladas con serpientes enlazadas se elevaban para sostener un techo que se perdía en la oscuridad, proyectando largas sombras negras sobre la extraña penumbra verdosa que reinaba en la estancia.

Suena hermoso_ dijo Daphne, las demás serpientes asintieron.

La verdad lo era_ le dijo Harry con una sonrisa, que ella devolvió.

Con el corazón latiéndole muy rápido, Harry escuchó aquel silencio de ultratumba.

Harry intentaba recordar que todo salió bien para calmar lo que estaba sintiendo.

¿Estaría el basilisco acechando en algún rincón oscuro, detrás de una columna?

Lo estaba_ dijo Harry cuando todos lo miraron.

Por supuesto que si_ gimió Remus.

¿Y dónde estaría Ginny? Sacó su varita y avanzó por entre las columnas decoradas con serpientes.

Creo que estaba un poco obsesionado con las serpientes_ dijo Ron con sarcasmo, ganándose malas miradas de las serpientes, mientras que el resto reía.

Sus pasos resonaban en los muros sombríos. Iba con los ojos entornados, dispuesto a cerrarlos completamente al menor indicio de movimiento.

Muy bien_ dijo Moody_ no te olvides de eso_ todos asintieron.

Le parecía que las serpientes de piedra lo vigilaban desde las cuencas vacías de sus ojos. Más de una vez, el corazón le dio un vuelco al creer que alguna se movía.

Parecían muy vividas_ dijo Harry haciendo memoria.

Al llegar al último par de columnas, vio una estatua, tan alta como la misma cámara, que surgía imponente, adosada al muro del fondo. Harry tuvo que echar atrás la cabeza para poder ver el rostro gigantesco que la coronaba: era un rostro antiguo y simiesco, con una barba larga y fina que le llegaba casi hasta el final de la amplia túnica de mago, donde unos enormes pies de color gris se asentaban sobre el liso suelo.

Ese es Salazar_ pregunto Marcus luciendo muy interesado, Harry asintió.

Y entre los pies, boca abajo, vio una pequeña figura con túnica negra y el cabello de un rojo encendido. —¡Ginny! —susurró Harry, corriendo hacia ella e hincándose de rodillas—.

Al fin la encontraste_ dijo Blaise, abrazándola fuertemente, sabia que estaba bien, pero eso no significaba que no se preocuparía al escuchar su situación.

¡Ginny! ¡No estés muerta! ¡Por favor, no estés muerta! —Dejó la varita a un lado,

Potter_ gruño Moody_ no puedo creer que dejaras tu varita_ le dijo.

Estaba demasiado preocupado por Ginny_ se defendió Harry_ no lo pensé bien_ Moody suspiro, pero asintió.

Espero que no vuelva a pasar_ dijo Remus, Harry asintió rápidamente.

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora