Oclumancia

44 2 0
                                    

HARRY POTTER PERTENECE A JK ROWLING

Quién quiere leer ahora_ preguntó el director.

Lo haré_ dijo Oliver, recibiendo el libro.

Oclumancia_ leyó con el ceño fruncido.

Vas a enseñarle oclumancia_ preguntó Kingsley, frunciendo el ceño_ crees que esté listo.

Es necesario_ dijo Albus.

Por qué debo aprender oclumancia_ preguntó Harry frunciendo el ceño.

Imagino que en el capítulo hay una buena explicación_ dijo Sirius.

Bueno_ murmuró Harry_ voy a volver con Daphne_ les dijo a los merodeadores, levantándose, pero Sirius lo obligó a volver a sentarse.

Preferimos que te quedes aquí_ dijo Remus, aprender oclumancia era duro para los adultos, le preocupaba como podría reaccionar Harry.

Resultó que Kreacher estaba escondido en el desván. Sirius dijo que lo había encontrado allí, cubierto de polvo, sin duda buscando más reliquias de la familia Black para llevarse a su armario. Pese a que Sirius parecía satisfecho con aquella historia, a Harry le produjo desasosiego. Tras su reaparición, Kreacher parecía de mejor humor; sus amargas murmuraciones habían cesado un tanto, y cumplía las órdenes que le daban con más docilidad de lo habitual,

Bueno eso si es raro_ dijo Sirius_ supongo que, si está tramando algo, lo sabremos.

Creo que deberías empezar a preocuparte_ dijo Remus.

No hay qué preocuparse por algo que ya no va a pasar_ contestó Sirius_ no es como que podamos averiguarlo sin continuar la lectura_ tuvieron que aceptar que eso era cierto.

aunque en un par de ocasiones Harry sorprendió al elfo doméstico observándolo con ansiedad, pero éste desvió rápidamente la mirada al ver que Harry lo había pillado. Él no le comentó sus imprecisas sospechas a Sirius, cuya jovialidad se estaba evaporando deprisa porque ya habían acabado las Navidades.

Si tienes alguna sospecha, debes compartirla_ dijo Sirius.

Supongo que no quería ponerte peor de lo que ya estabas_ dijo Harry.

Las vacaciones de Navidad son muy cortas_ suspiró Sirius, Harry asintió.

A medida que se acercaba la fecha del regreso de Harry a Hogwarts, Sirius cada vez se mostraba más propenso a lo que la señora Weasley llamaba «ataques de melancolía», durante los cuales se ponía taciturno y gruñón, y muchas veces se retiraba al cuarto de Buckbeak, donde pasaba horas enteras. Su malhumor se extendía por la casa y se filtraba por debajo de las puertas como un gas tóxico, de modo que los demás se contagiaban de él.

Lo siento_ dijo Sirius con una mueca.

Está buen_ dijo Fred encogiéndose de hombros.

También estaríamos de mal humor si tuviéramos que quedarnos solos ene sea casa_ asintió George.

Harry no quería dejar otra vez a su padrino con la única compañía de Kreacher; de hecho, por primera vez en la vida, no le apetecía regresar a Hogwarts.

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora