El colacuerno húngaro

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HARRY POTTER PERTENECE A JK ROWLING

Quién quiere leer ahora_ preguntó el director.

Lo haré_ dijo Remus, recibiendo el libro.

El colacuerno húngaro_ leyó haciendo una mueca_ lindo capítulo me tocó.

No creo que sea tan malo_ dijo Harry suponiendo solo vería al dragón, eso hizo que Remus siguiera con la lectura más tranquilo.

La perspectiva de hablar cara a cara con Sirius fue lo único que ayudó a Harry a pasar las siguientes dos semanas, la única luz en un horizonte que nunca había estado tan oscuro.

Me alegra poder ayudarte, cachorro_ dijo Sirius, luciendo muy conmovido ante lo que se leía.

Siempre me ayuda hablar contigo_ dijo Harry dándole una pequeña sonrisa.

Se le había pasado ya un poco el horror de verse a sí mismo convertido en campeón del colegio, y su lugar empezaba a ocuparlo el miedo a las pruebas a las que tendría que enfrentarse.

Compresible_ asintió Daphne.

Estabas asustado_ preguntó Susan, sorprendida.

Claro que si_ dijo Harry_ sabía que sería peligroso.

La primera de ellas estaba cada vez más cerca. Se la imaginaba agazapada ante él como un monstruo horrible que le cerraba el paso. Nunca había tenido tantos nervios. Sobrepasaban con mucho lo que hubiera podido sentir antes de un partido de quidditch, incluido el último, jugado contra Slytherin, en el que se habían disputado la Copa de quidditch. Le resultaba muy difícil pensar en el futuro, porque sentía que toda su vida lo había conducido a la primera prueba... y que terminaría con ella.

Harry_ gimieron todos.

Por qué tienes que pensar así_ preguntó Molly, angustiada.

Parecía que eso era lo que iba a pasar _ respondió Harry_ tenía que enfrentarme a una bestia desconocida_ les recordó.

Pero no debiste pensar eso antes de la tercera prueba_ le dijo Sirius.

Lo sé_ suspiró Harry_ pero no podía controlar mis pensamientos_ añadió.

Podemos hablar después de eso_ dijo Remus_ por ahora conformémonos conque Harry esté bien_ añadió, terminando con las conversaciones, cosa que Harry agradeció.

En realidad, no creía que Sirius lograra hacerlo sentirse mejor en lo que se refería a ejecutar ante cientos de personas un ejercicio desconocido de magia muy difícil y peligrosa, pero la mera visión de un rostro amigo lo ayudaría.

Harry suspiró y miró obstinadamente el libro, ignorando las sonrisas que sus compañeros le dirigían, deseaba que dejaran de leer ese tipo de pensamientos, pero sabía que no sería posible.

Harry le mandó la respuesta diciéndole que se encontraría al lado de la chimenea de la sala común a la hora propuesta, y que Hermione y él pasaban mucho tiempo discutiendo planes para obligar a los posibles rezagados a salir de allí la noche en cuestión.

Qué tipo de planes_ preguntó Neville.

No quieres saber_ dijeron Harry y Hermione sonriendo dulcemente, haciendo que todos los leones tragaran saliva y agradecieran que no los habían implementado.

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora