El club de duelo

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HARRY POTTER PERTENECE A J.K.ROWLING

Quien quiere leer ahora_ pregunto el director.

Yo_ se levanto la profesora Sproud, recibiendo el libro.

El club de duelo_ leyó.

Eso suena interesante_ dijo Remus.

Lo impartía Lockhart_ señalo Neville, haciendo que los adultos gimieran.

Al despertar Harry la mañana del domingo, halló el dormitorio resplandeciente con la luz del sol de invierno, y su brazo otra vez articulado, aunque muy rígido.

Al menos va mejorando_ suspiro Harry moviendo su brazo.

Esperemos que este capítulo sea menos duro_ dijo Daphne dándole una pequeña sonrisa.

Se sentó enseguida y miró hacia la cama de Colin, pero estaba oculto tras las largas cortinas que el propio Harry había corrido el día anterior.

Collin le dio una pequeña sonrisa a Harry, que el devolvió mientras Dennis volvía a mirar a su hermano como si intentara comprobar que estaba a su lado.

Al ver que se había despertado, la señora Pomfrey se acercó afanosamente con la bandeja del desayuno, y se puso a flexionarle y estirarle a Harry el brazo y los dedos. —Todo va bien —le dijo, mientras él apuraba torpemente con su mano izquierda las gachas de avena—. Cuando termines de comer, puedes irte.

Eso fue rápido_ dijo Remus sorprendido_ normalmente habría insistido en que te quedaras más.

No quería seguir exponiéndolo a la situación de señor Creevey_ fue todo lo que dijo la enfermera.

Harry se vistió lo más deprisa que pudo y salió precipitadamente hacia la torre de Gryffindor, deseoso de hablar con Ron y Hermione sobre Colín y Dobby, pero no los encontró allí. Harry dejó de buscarlos, preguntándose adónde podían haber ido y algo molesto de que no parecieran interesados en saber si él había recuperado o no sus huesos.

Harry se sonrojo cuando sus hermanos lo miraron ofendidos.

Claro que nos interesaba_ dijo Hermione dolida_ sabíamos que los habías recuperado.

Estábamos haciendo algo importante_ añadió Ron_ pero eso no implica que no nos preocuparas_ dijo y también parecía algo dolido.

Lo siento_ dijo Harry pareciendo muy culpable, ellos asintieron.

Cuando pasó por delante de la biblioteca, Percy Weasley precisamente salía de ella, y parecía estar de mucho mejor humor que la última vez que lo habían encontrado.

Me pregunto por qué_ dijo George moviendo las cejas con picardía, sonrojándolo mientas todos reían, en otro tiempo Percy se habría enojado ante eso, pero ahora no pudo evitar reír un poco, prefería que sus hermanos se metieran con el a que lo ignoraran.

Probablemente tenga que ver con cierta prefecta_ dijo Fred pensativo.

Cállense los dos_ dijo Percy, pero no había calor detrás de sus palabras, de hecho, parecía divertido, cosa que sorprendió a los gemelos, que se quedaron mirándolo hasta que se retomó la lectura.

—¡Ah, hola, Harry! —dijo—. Excelente jugada la de ayer, realmente excelente. Gryffindor acaba de ponerse a la cabeza de la copa de las casas: ¡ganaste cincuenta puntos!

Los aplausos de la mesa Gryffindor ante eso fueron ensordecedores, mientras los Slytherin ponían mala cara ante el recuerdo.

—¿No has visto a Ron ni a Hermione? —preguntó Harry. —No, no los he visto —contestó Percy, dejando de sonreír—. Espero que Ron no esté otra vez en el aseo de las chicas...

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora