La poción de la verdad

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HARRY POTTER PERTENECE A JK ROWLING

Tía Petunia_ preguntó Harry, moviendo la mano para llamar su atención, pues su tía mantenía la vista en la nada como si su mente no estuviera presente.

Estás bien, mamá_ preguntó Dudley, logrando hacerla reaccionar.

Si estoy bien, niños_ aseguró Petunia, pero la verdad era que lo leído sobre la aparición de su hermana le había afectado y se estaba preguntando si Lily sabría la manera en la que trataba a su hijo, en ese momento por primera vez en su vida sintió algo de culpa, pero agitó la cabeza, para despejarla y siguió escuchando la lectura.

quién quiere leer_ preguntó el director.

Lo haré_ dijo Seamus, recibiendo el libro.

La poción de la verdad_ leyó con el ceño fruncido en confusión.

Te dieron poción de la verdad_ preguntó Parvati confundida, Harry negó.

Harry cayó de bruces, y el olor del césped le penetró por la nariz. Había cerrado los ojos mientras el traslador lo transportaba, y seguía sin abrirlos. No se movió. Parecía que le hubieran cortado el aire. La cabeza le daba vueltas sin parar, y se sentía como si el suelo en que yacía fuera la cubierta de un barco.

Ya estás a salvo, Harry_ dijo Sirius soltando un suspiro_ ya estás a salvo_ repitió, parecía que más que querer tranquilizar a Harry, quería recordarse que su ahijado estaba ahí.

Estoy aquí_ murmuró Harry, decidiendo que era mejor no mencionar que todavía faltaba su encuentro con Crouch Jr.

Para sujetarse, se aferró con más fuerza a las dos cosas que estaba agarrando: la fría y bruñida asa de la Copa de los tres magos, y el cuerpo de Cedric. Tenía la impresión de que si los soltaba se hundiría en las tinieblas que envolvían su cerebro. El horror sufrido y el agotamiento lo mantenían pegado al suelo, respirando el olor del césped, aguardando a que alguien hiciera algo... a que algo sucediera... Notaba un dolor vago e incesante en la cicatriz de la frente. El estrépito lo ensordeció y lo dejó más confundido: había voces por todas partes, pisadas, gritos... Permaneció donde estaba, con el rostro contraído, como si fuera una pesadilla que pasaría...

Ahora que ya no tenías que defenderte, te cayó el peso de todo lo que había pasado_ dijo Amelia comprensiva.

Todo parecía una pesadilla_ dijo Harry soltando un suspiro.                   

lo importante es que ya estabas en la escuela_ dijo Remus_ Dumbledore te ayudara a tranquilizarte.

No sé de cuanta ayuda resulte_ dijo el director_ se juntaron tantas cosas.

Hizo lo que pudo_ dijo Harry, sabiendo que para el director no había sido nada fácil la situación.

Un par de manos lo agarraron con fuerza y lo volvieron boca arriba. —¡Harry!, ¡Harry! Abrió los ojos. Miraba al cielo estrellado, y Albus Dumbledore se encontraba a su lado, agachado. Los rodeaban las sombras oscuras de una densa multitud de personas que se empujaban en el intento de acercarse más.

Deberían dejar espacio solo para las personas necesarias_ dijo Kingsley, negando con la cabeza.

Todos querían saber que era lo que había pasado_ suspiró Fudge frotándose las sienes, necesitaba acabar ese libro rápido.

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora