Grawp

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HARRY POTTER PERTENECE A JK ROWLING 

Quién quiere leer ahora_ preguntó el director.

Lo haré_ dijo George_ quiero saber que pasó después de nuestra escapada_ añadió, recibiendo el libro.

Veamos que hizo Peeves_ dijo Fred luciendo emocionado.

Grawp_ leyó frunciendo el ceño en confusión.

Qué es eso_ preguntó Harry frunciendo el ceño, pero nadie pudo responderle y no vieron a Hagrid ponerse un poco nervioso.

La historia del vuelo hacia la libertad de Fred y George se contó tantas veces en los días siguientes que Harry comprendió que pronto se convertiría en una de las leyendas de Hogwarts.

Eso esperamos_ dijo Fred.

Ni siquiera nosotros pensamos en algo así_ dijo Sirius_ por qué no lo hicimos Remus_ preguntó, Remus se encogió de hombros.

Supongo que no son tan geniales como nosotros_ dijo George.

Creo que nos acaban de desafiar_ dijo Remus, Sirius asintió.

Siga leyendo_ dijo Minerva a George, sin querer que se le formaran ideas.

Al cabo de una semana, los que lo habían presenciado estaban casi convencidos de que habían visto a los gemelos lanzar bombas fétidas desde sus escobas a la profesora Umbridge antes de salir disparados hacia los jardines.

Eso sería genial_ dijo Fred sonriendo como loco.

Pero existe el riesgo de darle a alguien más_ dijo George, Fred asintió.

Inmediatamente después de su partida, muchos alumnos se plantearon seguir los pasos de los gemelos Weasley. Harry oyó a varios hacer comentarios como: «Te aseguro que hay días en que me montaría en mi escoba y me largaría de aquí» o «Una clase más como ésta y creo que me marco un Weasley».

Marcar un Weasley_ preguntó Bill divertido.

Se oye fantástico_ dijeron los gemelos chocando los cinco.

Especialmente por qué dejaron a Umbridge y toda su brigada intentando alcanzarlos_ dijo Dennis, varios asintieron.

Fred y George se habían asegurado de que nadie se olvidara de ellos demasiado deprisa. Para empezar, no habían dejado instrucciones para lograr que el pantano, que todavía inundaba el pasillo del quinto piso del ala este, desapareciera. La profesora Umbridge y Filch habían intentado retirarlo de allí por diversos medios, pero ninguno había dado resultado.

Claro que no íbamos a dejar instrucciones_ dijo George.

Me gustaría ver como lo quitan_ asintió Fred.

Finalmente acordonaron la zona, y Filch, aunque rechinaba los dientes muerto de rabia, tenía que encargarse de llevar a los alumnos en un bote hasta las aulas.

Eso hizo que todos miraran a los gemelos en shock, incluso ellos mismos parecían sorprendidos.

No puedo creer que tengamos que usar un bote en la escuela_ dijo Ginny con una risita.

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora