Las tribulaciones de la señora Weasley

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HARRY POTTER PERTENECE A JK ROWLING

Quién quiere leer ahora_ preguntó Albus.

Lo haré_ dijo Amelia, recibiendo el libro.

Las tribulaciones de la señora Weasley_ leyó frunciendo el ceño en confusión y no era la única.

Qué quiere decir_ preguntó Astoria.

Se entenderá leyendo_ dijo Molly imaginando lo que significaba el título.

La súbita partida de Dumbledore pilló por sorpresa a Harry, que se quedó sentado donde estaba, en la silla con cadenas, debatiéndose entre la conmoción y el alivio. Los miembros del Wizengamot empezaron a levantarse, hablando entre ellos, mientras recogían sus papeles y los guardaban.

Es el momento, Harry_ dijo Blaise_ huye.

No sabía si me dirían algo más_ dijo Harry_ no quería más problemas.

Dudo que puedas estar en más problemas_ dijo Theo.

Harry también se levantó. Nadie le prestaba la más mínima atención, excepto la bruja con cara de sapo que había estado sentada a la derecha de Fudge, y que en ese instante lo miraba a él en lugar de a Dumbledore desde el estrado.

Ya me acostumbré_ murmuró Harry, fingiendo no ver la mirada que Umbridge le daba en ese momento.

Ya falta poco_ le dijo Ron_ y no tendremos que seguir aguantándola_ Harry asintió, ansioso por ese momento.

Harry no le hizo caso e intentó captar la mirada de Fudge o la de Madame Bones, porque quería preguntarles si ya podía marcharse; pero el ministro parecía decidido a hacer caso omiso de Harry, y Madame Bones estaba muy ocupada con su maletín,

Podrías haber preguntado_ dijo Amelia_ no te ibas a meter en problemas por eso_ añadió.

Lo recordare para la próxima_ dijo Harry_ aunque esperemos que no haya próxima_ añadió.

así que el muchacho dio unos pasos vacilantes hacia la salida y, como nadie lo llamó, echó a andar muy deprisa.

Harry se sonrojó, pero sonrió cuando todos se rieron.

Yo haría lo mismo_ se escuchó por todo el comedor.

Los últimos metros los hizo corriendo; abrió la puerta de un tirón y casi chocó con el señor Weasley, que estaba de pie fuera, pálido y con gesto preocupado. —Dumbledore no me ha dicho…

Qué novedad_ dijeron todos, en broma, el directo se sonrojó, pero les sonrió a sus alumnos.

Estaba algo apurado_ se defendió Albus.

—¡Absuelto! —gritó Harry cerrando la puerta tras el—. ¡Absuelto de todos los cargos! El señor Weasley sonrió, radiante, y agarró al chico por los hombros. —¡Eso es fantástico, Harry! Bueno, era evidente que no podían declararte culpable con las pruebas que tenían,

pero, aun así, no puedo decir que no estuviera…

Podrían haberlo encontrado culpable_ preguntó Tracy.

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora