HARRY POTTER PERTENECE A JK ROWLING
Quién quiere leer ahora_ preguntó el director.
Supongo que yo lo haré_ dijo Minerva al ver que nadie levantaba la mano, demasiado angustiados por lo que saldría en el capítulo.
Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas_ leyó.
Eso es bueno, verdad_ preguntó George_ significa que papá será atendido.
Es bueno_ asintió Fred, apretando el brazo de su hermano_ en San Mungo sabrán que hacer_ todos los hermanos asintieron intentando creerlo.
Harry se sintió tan aliviado al comprobar que la profesora McGonagall se lo tomaba en serio que no vaciló: se levantó de inmediato de la cama y se puso la bata y las gafas. —Tú también tendrías que venir, Weasley —indicó la profesora.
Me alegra no haber tenido que pedirlo_ dijo Ron.
Era mejor que los dos fueran_ dijo Albus.
Y el resto de nosotros_ preguntó Ginny.
Seguramente los llamaré después de hablar con el señor Potter_ aseguró Albus.
Salieron con ella del dormitorio, donde dejaron a Neville, Dean y Seamus, que no se atrevieron a abrir la boca,
Era un momento muy delicado_ dijo Neville.
Y probablemente estábamos muy confundidos_ dijo Seamus, Dean asintió.
bajaron por la escalera de caracol hasta la sala común, salieron por el hueco del retrato y llegaron al pasillo de la Señora Gorda, iluminado por la luna. Harry tenía la impresión de que el pánico que se acumulaba en su interior podía desbordarse en cualquier momento; le habría gustado echar a correr y llamar a gritos a Dumbledore. El señor Weasley estaba desangrándose mientras ellos andaban tranquilamente por el pasillo;
Un poco de prisa sería bueno, profesora_ dijo Bill, que ya no podía con los nervios.
Estoy segura que tu papá estará bien_ dijo Fleur, acariciando su mano con dulzura.
Pero se está demorando mucho en llegar_ dijo Charlie.
El capítulo a penas empieza_ dijo Minerva_ no creo que tardemos en saber cómo está Arthur.
¿y si aquellos colmillos (Harry hizo un esfuerzo para no pensar «mis colmillos») eran venenosos?
Harry_ empezó Sirius con suavidad.
Solo sigamos_ dijo Harry, recostándose en el hombro de Daphne, Sirius suspiró, pero asintió.
Se cruzaron con la Señora Norris, que los miró con los ojos como lámparas y bufó débilmente, pero la profesora McGonagall dijo «¡Fuera!» y la gata se escabulló en las sombras.
Buena manera de tratarla_ dijo Lee_ pero a nosotros seguro nos atacaría_ añadió en un intento de animar a sus amigos, pero ellos solo le sonrieron débilmente.
Al cabo de unos minutos llegaron a la gárgola de piedra que vigilaba la entrada del despacho de Dumbledore. —¡Meigas fritas! —dijo la profesora McGonagall. La gárgola cobró vida y se apartó hacia un lado, y la pared que tenía detrás se abrió dejando ver una escalera de piedra que se movía continuamente hacia arriba, como una escalera mecánica de caracol. Montaron los tres en la escalera móvil; la pared se cerró tras ellos con un ruido sordo y empezaron a ascender, describiendo cerrados círculos, hasta que llegaron a la brillante puerta de roble en la que sobresalía la aldaba de bronce que representaba un grifo. Era más de medianoche, pero en el interior de la habitación se oían voces, como un agitado murmullo.
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La historia del trio de oro
FantasíaHola, ya se habran dado cuenta de que me eliminaron todas las historias, asi que las voy a resubir en uno solo. si notan algun error o alguna palabra sin mucho sentido es que estoy sacando las historia de Ao3 pues en este momento no tengo acceso a l...