La locura del señor Crouch

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HARRY POTTER PERTENECE A JK ROWLING

Ahora leo yo_ dijo Oliver antes de que alguien se le adelantara, levantándose para recibir el libro.

La locura del señor Crouch_ leyó.

Al fin podremos descubrir el misterio de Crouch_ dijo Seamus, emocionando a varios.

También podríamos quedar más confundidos_ dijo Lavender pensativa.

Es lo más probable_ suspiró Parvati morando al trio que se encogió de hombros.

El domingo después de desayunar, Harry, Ron y Hermione fueron a la lechucería para enviar una carta a Percy, preguntándole, como Sirius les había sugerido, si había visto a Crouch recientemente. Utilizaron a Hedwig, porque hacía tiempo que no le encomendaban ninguna misión. Después de observarla perderse de vista desde las ventanas de la lechucería, bajaron a las cocinas para entregar a Dobby sus calcetines nuevos.

A Dobby debe haberle gustado esa visita_ dijo Cho con una sonrisa.

Pero al resto de los elfos no_ dijo Ron dándole una mirada burlona a Hermione, que le frunció el ceño, pero no dijo nada.

Qué pasó_ preguntó Arthur, Harry y Ron simplemente señalaron el libro.

Los elfos domésticos les dispensaron una cálida acogida, haciendo reverencias y apresurándose a prepararles un té. Dobby se emocionó con el regalo. —¡Harry Potter es demasiado bueno con Dobby! —chilló, secándose las lágrimas de sus enormes ojos. —Me salvaste la vida con esas branquialgas, Dobby, de verdad —dijo Harry. —

Se merecía el regalo_ dijo Remus.

Definitivamente_ asintió Sirius_ merece más que un regalo_ añadió, la familia asintió.

¿No hay más pastelitos de nata y chocolate? —preguntó Ron, paseando la vista por los elfos domésticos, que no paraban de sonreír ni de hacer reverencias. —¡Acabas de desayunar! —dijo Hermione enfadada, pero entre cuatro elfos ya le habían llevado una enorme bandeja de plata llena de pastelitos.

No seas goloso Ron_ lo regañó Molly.

Soy un niño en crecimiento_ se defendió Ron.

Cuanto tiempo más crees que puedas usar esa excusa_ preguntó Angelina, Ron se encogió de hombros.

—Deberíamos pedir algo de comida para mandarle a Hocicos —murmuró Harry.

Es exactamente lo que deben hacer_ dijo Amelia.

Estoy bien_ le recordó Sirius, pero ella no pareció escucharlo.

—Buena idea —dijo Ron—. Hay que darle a Pig un poco de trabajo. ¿No podríais proporcionarnos algo de comida? —preguntó a los elfos que había alrededor, y ellos se inclinaron encantados y se apresuraron a llevarles más.

Los elfos son los mejores_ dijo Lee_ pero no parece que les molestara su visita, que fue o que los molestó_ quiso saber

Ya sale_ respondió Harry, negando con la cabeza, mientras Hermione rodaba los ojos, aunque tenía una pequeña sonrisa.

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora