La historia del trio de oro

Visto y no visto

HARRY POTTER PERTENECE A JK ROWLING

Quién quiere leer ahora_ preguntó el director.

Lo haré_ dijo Romilda, inmediatamente, quería saber que pasaría con la entrevista de Harry.

Visto y no visto_ leyó con una sonrisa, todos estaban tan intrigados que no se molestaron en preguntar a qué podría deberse el tirulo.

Luna dijo que no sabía cuándo aparecería la entrevista de Rita con Harry en El Quisquilloso, pues su padre estaba esperando un largo e interesantísimo artículo basado en el testimonio de personas que recientemente habían visto snorkacks de cuernos arrugados. —Como os podéis imaginar —explicó—, esa historia es muy importante, así que la de Harry quizá tenga que esperar al siguiente número.

Es comprensible_ dijo Theo logrando mantener la seriedad_ los snorkacks son más importantes.

Exacto_ dijo Luna con una sonrisa_ pero esta vez, Harry no tendrá que competir con otra historia.

Me alegra_ dijo Harry tosiendo para no reír, mientras los demás negaban con la cabeza.

Para Harry no fue una experiencia fácil hablar de la noche en que regresó Voldemort. Rita lo había presionado para sacarle hasta el último detalle, y él le había contado todo lo que recordaba, consciente de que aquélla era una oportunidad única para explicar la verdad. No sabía cómo reaccionaría la gente al leer la crónica. Imaginaba que serviría para que muchos se reafirmaran en la opinión de que estaba completamente loco, en parte porque su historia aparecería junto a una sarta de tonterías sobre los snorkacks de cuernos arrugados.

Yo estoy seguro que te van a creer_ dijo Remus_ tu historia llenaría todas las lagunas del profeta.

Es cierto_ dijo Harry_ ya quiero que salga la reacción_ añadió bastante nervioso, pero también emocionado.

Pero la fuga de Bellatrix Lestrange y de los otros mortífagos había despertado en Harry un deseo irrefrenable de hacer algo, funcionara o no…

Comprendo el sentimiento_ dijo Neville, varios asintieron, estaban furiosos de qué esos criminales estuvieran vivos.

—Estoy impaciente por saber lo que opina la profesora Umbridge de tus revelaciones a la prensa —le dijo Dean, atemorizado, el lunes por la noche durante la cena. Seamus, sentado al lado de Dean, engullía enormes cantidades de empanadas de pollo con jamón, pero Harry se dio cuenta de que no se perdía detalle.

Podrías acercarte_ dijo Tonks_ sería el momento de hacer las paces.

Aun no_ dijo Seamus, esperando que no tardara mucho en arreglar su relación con Harry.

—Has hecho lo que tenías que hacer, Harry —terció Neville, que estaba sentado enfrente. Estaba muy pálido, pero añadió en voz baja—: Debió de ser… muy duro para ti hablar de todo eso, ¿verdad? —Sí —musitó el chico—, pero la gente tiene que saber de qué es capaz Voldemort, ¿no? —Claro; bueno, él y sus mortífagos —coincidió Neville asintiendo con la cabeza —. La gente debería saber… Neville dejó la frase inacabada y siguió comiendo patatas asadas.

Tienen que saber quiénes son los que aún están entre nosotros_ dijo Neville_ disfrazados de personas decentes.

Ya falta poco, Neville_ dijo Harry_ dentro de poco, su diversión se acabará_ muchos asintieron con pequeñas sonrisas.