Capitulo 415

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Narra Gaby

+ ¿Me das un abrazo bien fuerte?

Le pido a Carla. Nos estamos despidiendo, hoy cada uno vuelve a su casa.

C: Si.

Responde efusiva, y me rodea demostrándome todo el cariño que me tiene. Esta niña es de las mejores cosas que me ha dado la relación con Malú, y podría hacer una lista que no acaba de todo lo bueno que tengo gracias ella.

C: Venid a visitarnos.

Me pide.

+ Lo prometo.

Aseguro dispuesto a darle un abrazo a su madre, que ya me espera con los brazos abiertos.

+ Nos vemos dentro de un mes.

Murmuro.

V: Eres imbécil. Que Malú no debiese de saberlo.

+ Que me da igual pesada, con la excusa del concierto puedo tener a todos los que para ella sean importantes.

V: Como no cuides los detalles, va a sospechar.

+ Ya sospecha, pero no de esto... no lo espera.

V: Eres un cabrón y te encanta despertar su curiosidad.

+ Si.

Reímos.

V: Como no se te enfade.

Niega resignada.

+ Que va, gracias por toda tu ayuda.

V: Que no es nada.

+ Lo será, cuando tengas que ocuparte de todo aquí.

V: Luego agradeces.

+ Dale mis recuerdos a Asier. La próxima vez que te vea, quiero que sea con el.

V: Todos lo queremos.

- ¿Me la dejas ya? ¿o tenéis muchos más secretos que contaros?

Mi chica interrumpe nuestra despedida.

+ ¿Estas celosa?

Se encoge de hombros. La tiro del brazo, pegándola a mi y dejo un beso en su sien.

- Buscaba un abrazo de ella, no tuyo.

Me pica, sacando la lengua.

Narra Malú

V: Te diría que las hormonas te ponen tontorrona, pero has sido así siempre.

Me hace reír.

- Mucha complicidad veo yo entre vosotros.

V: ¿En serio estás celosa de que seamos amigos?

- ¿Debería de estarlo?

V: Si, me quiero liar con tu chico, pero él no lo sabe y el mío tampoco, ¿cuento con tu apoyo?

Pregunta graciosa. Verónica y sus ironías.

V: Ven aquí, anda.

Me abraza y siento como las lágrimas ya se acumulan en mis ojos. Detesto tener que despedirme de ella, es horrible vivir lejos de mi mejor amiga.

- Piénsate lo del palacio.

V: Si pesada, tengo que verlo con Asier, pero suena bien.

- Alejandro va a estar aquí, quiero que cante conmigo, aunque aún no se lo he dicho.

Le cuento animada.

V: Me hace ilusión verle, pero no necesitas convencerme, con verte a ti ya me vale.

- Te tengo que querer, ¿eh?

V: Pelota.

- Quiero que vengáis.

V: Lo haremos.

M: ¿Lista jefa?

Manu lleva un rato largo esperando a que me monte en el coche.

- Sí.

V: Cuida de ese garbanzo.

Sonrío enternecida llevando la mano a mi vientre.

V: Y disfruta en Creta. Desconecta, ¿vale?

Asiento dándole un último abrazo, luego vuelvo a achuchar con fuerza a mi ahijada.

- ¡Os quiero mucho!

Me despido por fin, y me siento entre mis dos pequeñas en el coche, ahora son ellas las que reclaman mi atención.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora