- ¡Verónica por fin!
Contesto su llamada dejando la maleta aún sin hacer sobre la cama. Mañana partimos a Valencia a pasar allí la Semana Santa y apenas he tenido tiempo de juntar unas pocas prendas.
- Que me tenías de los nervios, cabrona.
Es miércoles y no me llamó el lunes después de su cita con el ginecólogo. Yo hice el intento de comunicarme con ella mil veces, pero fui rechazada. Su inesperado embarazo es un tema sensible y he acabado por respetar el espacio que ha exigido silenciosamente.
- Si no habéis tomado una decisión podrías haber contestado algún mensaje pidiéndome tiempo o lo que sea, capulla, no haberme ignorado como lo has hecho.
V: Deja tu retahíla y escúchame.
Joder, pocas veces la tronca habla tan seria y autoritaria, mejor será hacer caso.
V: No hay bebé.
Sentencia.
- ¿Qué dices? Si esas pruebas no se equivocan, y menos si te has hecho varias.
La cuestiono.
- Ay, no me digas que...
V: No.
Hay un atisbo de tristeza en su voz.
V: No hubo decisión que tomar.
Suspira abatida.
V: Yo no quise a ese bebé, y el no me quiso a mí.
Está a punto de romperse.
V: El médico propuso hacer una ecografía... No habían latidos.
Hace una pausa, como si estuviese dejando que yo procese toda esta información que me está dando o simplemente juntando el valor para acabar la historia.
V: Me dejaron ingresada para hacer el procedimiento aquella misma tarde.
- Joder, Vero, lo siento.
V: Es lo mejor, ¿no?
Gimotea.
V: Yo no quería un bebé.
- Pero vino y aunque renegaras de ello, te hizo ilusión.
La conozco demasiado.
- Y ahora debes vivir el duelo de haberle perdido.
El silencio reina entre nosotras, y sus sollozos acallados se escuchan del otro lado del móvil.
- Mañana prometo abrazarte y dejar que llores todo lo que te apetezca sobre mi hombro, ¿vale, corazón?
V: No hace falta. Estoy bien.
Sorbe la nariz.
- Mira si eres terca.
V: Tendrás morro.
- Oye, igual preferís tomaros estos días con calma y...
No quiero que se sienta en el compromiso de tenernos a todos si lo que necesita ahora mismo es tranquilidad. Mi familia y la de Gaby estarían encantados si pasáramos estos días con ellos.
V: ¿Estas de coña? Sabes que te necesito a mi lado.
Admite enfurruñada.
- Mañana a primera hora ponemos rumbo a Valencia.
Aseguro. No voy a fallarle a mi mejor amiga.
V: Te tengo que dejar, Carla estará al caer y no sabe nada.
- Mándale mis recuerdos.
Pido.
- Y me llamas con lo que sea.
V: Gracias.
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Solo el amor nos salvará (tercera parte)
Fiksi PenggemarNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia, pero es la misma (primera y segunda parte en el perfil). Espero que os siga gustand...