Capitulo 523

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+ Hey, ¿pero que pasa, pequeña?

Se sienta quedando frente a mi, preocupado por mi inesperada explosión.

- No sé.

Me quejo con el ceño fruncido, cual niña sin saber expresarme.

- ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil?

Intento poner en orden mis sentimientos y hacerle saber todo lo que pasa por mi complicada cabeza.

- ¿No puedo tener algo fácil?

Sollozo.

- Un aborto, luego meses hasta quedarme embarazada, ahora amenaza de parto prematuro... ¿nada se me puede dar bien?

Abre sus brazos, invitándome a fundirme en el único refugio que consigue tranquilizarme.

+ Tenemos una familia preciosa.

Me contradice.

+ Eso te ha salido más que bien.

Asevera.

+ Nos amamos, tenemos tres hijas maravillosas y a Sofi que ya nos quiere dar sustos para no perder atención entre sus hermanas.

Expone poniendo algo de humor.

- Ya, pero...

+ Las cosas que más cuestan son las que más se valoran.

Reflexiona.

+ Estamos en esto juntos, princesa.

Me recuerda. Para él tampoco es fácil. Su vida no lo ha sido.

- Te echo de menos.

Agrego tras unos minutos de silencio, en los cuales yo me dedico a llorar y el a contenerme.

- Como sigamos así, para cuando podamos volver a hacer el amor me habré vuelto virgen otra vez.

+ Ala, que bruta eres.

Ríe ante mi comentario. No hemos alcanzado las estrellas desde la noche antes de su viaje, hace un mes. El sexo está contraindicado en mi reposo y si le sumamos la cuarentena después del nacimiento de Sofía ya me voy a haber olvidado lo que es dejar de ser dos para convertirnos en uno.

- En serio, necesito sentirte.

Muerdo mi labio.

- ¿A dónde vas?

Pregunto cuando se levanta decidido. No obtengo respuesta, pero el grifo del baño me hace suponer que ha dejado llenando la bañera.

+ No vamos a hacer el amor, pero vamos a darnos un bañito, te voy a dar unos masajes que te relajen y vamos a sentirnos piel con piel.

Anuncia buscando una solución a mi desasosiego. Este hombre tiene el cielo ganado.

Me tiende su mano como si estuviese invitándome a bailar, y mientras me besa se despoja de mi ropa.

+ Eres una campeona.

Me anima cuando estamos cubiertos por el agua. El apoyado en la bañera y yo en su torso.

+ Lo estas haciendo genial.

Asegura.

+ Lo has hecho todo este tiempo.

Me remuevo apegándome más a él si cabe como única respuesta.

- Que gustito.

Ronroneo al sentir sus labios en mi cuello, al mismo tiempo que sus manos en mi espalda. Está cumpliendo con su promesa de darme un masaje. Y yo que tan poco me fiaba de esta parte del plan.

- ¿Sabes que cada día me enamoras un poquito más?

Pregunto melosa. Hace tanto que no tenemos momentos íntimos.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora