Capitulo 499

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- Que no tía, casi me muero de vergüenza.

Protesto con Vero por teléfono al contarle el incidente de esta mañana.

- Yo acariciandola súper tierna y era Iván.

Vuelvo a reír al recordar la imagen. Creo que todos quisimos meter la cabeza bajo tierra en aquel momento.

V: Hubiese pagado por veros las caras.

Asegura con sorna.

V: Vaya cuadro. Aunque seguro ellos sufrieron más que tú.

- Ni te creas, lo pasé súper mal.

V: Lo siento.

Se disculpa por sus sonoras carcajadas.

- Tu no te rías tanto que el tiempo vuela y no te vas a dar cuenta cuando Carla sea una adolescente.

V: No me digas eso, que tú ahijada está imposible.

- No hables así, es un encanto de niña.

V: Te la mando una temporada a ver si dices lo mismo.

- Tu bien sabes que yo estaría encantada.

V: Con tantas chicas por casa ni te vas a dar cuenta que tienes una más.

Exagera.

- ¿Qué pasa con mi rubia?

V: Lo único que tiene en la cabeza son los caballos.

- ¿Y que problema hay?

V: Tiene que estudiar.

- Doy fe que lo hace y tú te quejas de más.

V: Si tú la vieras.

- Eres demasiado exigente con ella, Verónica.

V: Vale ya, no me apetece seguir hablando de esto, cuéntame tú cómo vas sin Gaby.

- Ayer fatal, pero Alba fue una salvación.

Ya le he contado el bonito gesto que tuvo nuestra primogénita.

- Y hoy un poco mejor.

Admito.

- Me he mantenido ocupada, y tendré que hacerme a la idea, esto recién empieza.

V: Ya verás como se te pasa rápido el tiempo.

- Eso espero, le echo mucho de menos.

V: ¿Y tú cuñada como está?

- No lo sé, ayer Gaby me dijo que parecía estar mejor de lo que él creía, pero hoy no me ha llamado en todo el día y cuando le marqué yo hace un rato no me lo cogió.

V: No te enfades ni le reproches.

Advierte.

V: Mira que ya nos conocemos y tu chico no está haciendo turismo.

- Ya. Sea lo que sea podría sacar cinco minutos para saber cómo está su familia.

Sentencio. Quiero mantener la calma pero en el fondo me pone negra que no se digne a hablar en tantas horas.

V: El día no ha acabado, ya va a llamarte.

~ Mami.

Cami aparece en nuestra habitación, frotándose los ojos molesta por la luz y aún algo adormilada.

- Espera, Vero.

Le pido a mi amiga para darle toda mi atención a la niña, viene algo pálida.

- ¿Qué pasa, angelito?

~ Me duele la tri...

No le da tiempo a acabar de hablar cuando vomita dejando todo perdido.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora