Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 451

Narra Malú

Paseamos por las calles de esta ciudad de ensueños cogidos de la mano. Han sido días tan mágicos que me siento viviendo en un cuento.

- Mi chico.

Murmuro cariñosa apegándome a él. Hoy hace fresco y el sol empieza a esconderse, por lo que busco calorcito entre sus brazos cuando mi abrigo deja de ser suficiente.

+ ¿Tienes frío?

- Sí.

+ ¿Nos vamos ya?

- No.

Me niego rotunda. Este paseo perdidos por Florencia está siendo de lo más bonito y romántico, no pienso acabarlo por ser tan friolera, su cobijo será suficiente para seguir un ratito más.

- Solo abrázame y estaré bien.

+ ¿Puedo besarte? ¿O es que me limitas a un abrazo?

Pregunta con una sonrisa traviesa, teniéndome bien pegadita a su cuerpo, que sin importar la belleza que nos pueda rodear, este siempre será mi lugar favorito.

- Estas tardando.

Me inclino para alcanzar su boca. Que rico me saben sus labios en los míos.

- Que abandonada me tenías.

Le regaño graciosa.

+ ¿Abandonada? Mira si tienes morro.

- Muy pocos besos me has dado hoy.

+ Los estoy guardando para esta noche.

Musita en mi oído, haciendo que un escalofrío me recorra de pies a cabeza.

+ ¿Nos hacemos una foto?

Propone. Estamos en el puente viejo y las vistas al río Arno son de lo más bonitas.

- Sí.

Nuestro móviles están llenos de instantáneas de estos días. Algunas preciosas y otras en las que aparecemos haciendo el tonto. Todas son testigos de nuestra bendita locura.

+ Venga, sigamos andando.

- Debemos mirar algunos recuerdos para llevar a casa.

Aún no hemos comprado nada para las chicas y me gustaría llevarle algo también a mi madre y sus padres, agradeciendo que se están ocupando de nuestras hijas.

+ ¿Aquí?

- Cariño, en cada sitio que te lo digo haces la misma pregunta. Acabaremos regresando con las manos vacías.

Ríe.

+ Vale.

- Y luego nos volvemos al hotel.

Me pongo en puntillas para alcanzar su oído.

- Que te tengo muchas ganas.