Capitulo 534

363 22 4
                                    

- Gracias por haber estado aquí.

Me despido de José y de mis suegros. Irán a casa a descansar un rato, nos acompañaron toda la noche desde la sala de esperas y el sueño les reclama. Gaby ha ido a por las chicas y es mi madre la que ocupa el sillón a mi lado. Ella, siempre a mi vera. ¿Qué haría yo sin esta mujer?

P: Descansa un poco, anda, que en nada llega Gaby y ya tendrás que estar a tope otra vez con las mayores.

- Puedes dejar a Sofi en la cuna y cerrar un poco los ojos tú también, estarás agotada y ella ni se entera.

Niega con una sonrisa orgullosa. Sé de alguien que va a mimar a esta bebé como nadie.

..

.

~ ¡Mami!

El grito entusiasmado de Cami me obliga a espabilar abruptamente. No sé cuánto tiempo me abre dormido, pero lo necesitaba, aunque sigo súper cansada.

~ Angelito.

= ¿Bebé?

Curiosa se asoma a la pequeña cunita que está a mi lado. Su cara es de gran decepción al encontrarla vacía.

A: Es preciosa.

Susurra Alba, en cuclillas frente a mi madre, y acariciando con un dedo la frente de Sofía.

A: Que pequeñita.

Se le cae la baba. Mamá le cede a su hermana, y las niñas reclaman los mismos derechos que la primogénita.

~ Yo también quiero cogerla.

=  Lu tamen cogerla.

A: Esperad que ahora está conmigo.

- Vosotras también vais a hacerlo, pero aquí, sentaditas a mi lado, venid.

Las invito a acomodarse junto a mi, llenándolas de besos mientras Alba se asoma para que puedan verla.

= Bebé.

- Sofía, cielo.

Le recuerdo su nombre. Aunque lo mencionamos repetidas veces en el embarazo, la enana se empeñaba en llamarla bebé.

= Fofia.

Le hace una caricia brusca en la tripa.

~ Me toca a mí.

Le pide a Alba. Cami es su ojito derecho y no se resiste a su pedido.

- Cuidado con la cabecita.

Le explico como debe sujetar a su hermana pequeña.

= Ahora mi.

Reclama.

~ No, Lucía, que acabo de cogerla.

Levanto la mirada para encontrarla con la de Gaby. Nos observa embelesado.

- Ven aquí, anda, lo estás deseando.

Le hago sitio junto a nosotras. Estamos bien pegaditos para entrar todos en la angosta camilla, pero merece la pena, sí.

P: Que bonita familia.

Nos mira mi madre encantada. Ella más que nadie sabe que estas cinco personitas que están junto a mi, son el sueño de toda mi vida.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora