Capitulo 485

308 20 4
                                    

- Estoy agotada.

Le cuento. Ha sido una tarde llena de emociones y mis hormonas descontroladas me hacen vivirlo más intensamente.

Él está apoyado en el cabecero de la cama buscando lo que ver en la televisión. Acostó a las más pequeñas y yo no pude evitar quedarme charlando un ratito con Alba.

+ Ven.

Me invita a tumbarme apoyada en su torso.

+ Estaba pensando en que podríamos elegir el nombre.

Con el mando apaga la pantalla.

- Con lo sensible que estoy hoy...

Protesto.

+ Por eso, lo que nos salga del corazón, y ahora que tenemos los sentimientos a flor de piel, me parece un buen momento.

Se encoge de hombros. Acepto. Tiene razón y el sonoro beso que deja sobre mi mejilla atestigua que está conforme con mi respuesta.

- Me gusta mucho Olivia.

+ A mi no.

Sentencia sin dejar lugar a dudas.

+ Que va, el nombre sí, pero me recuerda alguien que prefiero olvidar.

- ¿A quién?

Su negación ha sido tan concluyente que me mata la curiosidad.

+ Cotilla.

Me pica cariñoso.

+ La hermana de Patricia.

- Ni de coña llamaremos a nuestra hija así.

Espeto determinante.

+ Siempre me ha gustado Emma... o Gala.

- No. Ninguno de ellos.

Me niego rotunda.

+ Son súper bonitos.

- Emma me gusta un poco, pero es que no me imagino llamando así a nuestra hija.

+ ¿Y como si te imaginas?

Reflexiono unos segundos, esbozando una sonrisa nostálgica.

+ Creo que ya tenemos nombre.

Consigue sacarme una risita floja, si hay alguien que me conoce a la perfección, ese es él.

- No... Solo si a ti te gusta.

+ Los dos sabemos que no hay marcha atrás y que tú ya lo has decidido, pero si lo deseas, sorpréndeme.

Niego risueña y doy un respingo seguido de una sonora carcajada al sentir sus manos atacando mis costados.

+ Venga mandona, cuéntame cómo va a llamarse nuestra hija.

- Que no lo sé, tenemos que decidir juntos.

Me defiendo mimosa.

+ Lo haremos, pero será el que te ha dejado esa sonrisilla tan bonita.

Bonito es él.

- Cuando era una cría jugaba a tener gemelas, con dos muñecas que no se parecían en nada.

Me enternece recordar esto. No había vuelto a pensar en ello.

- Una era grande y la otra pequeña... una rubia y la otra morena... pero yo insistía en que eran gemelas idénticas como dos gotas de agua.

+ Eras cabezota desde niña.

- Ya lo creo.

+ ¿Y como se llamaban esas gemelas tan diferentes?

- Bianca y Sofía.

+ Me encantan los dos.

- ¿En serio?

+ Mucho. Te dejo escoger a ti.

- No sé cuál me gusta más.

Me quejo de nada. Ojalá esos fueran los problemas en la vida.

+ ¿Cuál era tu muñeca favorita?

- Sofía.

+ ¿Por qué?

- Me la regalaron mis abuelos.

Recuerdo.

- Fue un año que mis padres no tenían mucho dinero para hacernos regalos y mi cumpleaños no trajo demasiado.

Mi infancia fue así. Algunos años había pasta y otros no alcanzaba para caprichos.

- La vi en el escaparate de una juguetería una tarde que salí con mamá, y la quise de primeras. Le pedí que me la compre, pero no podía permitirse ese lujo por aquel entonces.

+ La quisiste de primeras.

Acaricia mi barriga. Sus manos están entrelazadas sobre ella.

+ Como querremos a nuestra bebé. Cuando aún no la hayan limpiado, no podamos ver el color de sus ojitos ni conozcamos sus maneras, la amaremos de primeras porque es nuestra.

Me emocionan sus palabras y una vez más mis ojos se cristalizan.

- ¿Sofía?

+ Sofía.

Responde dulce en un murmuro. Apartándose para poder besar mi tripa.

Os gusta el nombre??
Si hay cosas que os gustaría que pasen, decírmelo, siempre os leo 💖
Gracias por dedicar tiempo a leerme

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora