Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 580

Me acomodo en el asiento del avión con Sofía entre mis brazos. Pensaba ir en coche, pero Gaby ha insistido en que son demasiadas horas para que me tire conduciendo con la pequeña y ha acabado por convencerme. Me compró un boleto a último minuto y aquí estoy, esperando ver a mi amiga y animarla todo lo que pueda.

Narra Gaby

+ Hola

Saludo entrando a casa. Hace algunos minutos Malú me escribió avisándome que ya estaba en Valencia y ahora soy recibido por el llanto de Cami, que esta siendo consolada por Alba.

~ ¿Por qué se llevó a Sofía y no a nosotras?

Gimotea rota.

A: Porque Sofi es demasiado pequeñita para estar lejos de mamá.

Le explica paciente. Parece haberlo hecho varias veces.

~ Pero yo la echo de menos y también soy pequeña.

+ Ven aquí, Cami.

Abro mis brazos para cobijarla entre ellos.

+ ¿Sabes que yo también la echo mucho de menos?

~ Quiero ir a Valencia con ella.

Entra en un bucle del que no será fácil sacarla.

+ No podemos ir a Valencia, cielo, pero en nada mami estará de vuelta.

~ Yo quiero ahora.

+ Tengo una idea.

Exclamo entusiasmado.

+ ¿Por qué no le haces una carta y luego la llamamos y se la lees?

Suficiente culpa siente Malú de haberse marchado, como para tener que ver la rabieta que hace Camila por extrañarla. Lo mejor será distraerla y luego que le hable más calmada.

~ Vale.

Acepta aún entre sollozos.

+ Anda, corre a buscar un boli.

No tarda en obedecer.

+ Gracias.

Me dirijo a la primogénita.

+ Sabes que para Cami es muy importante lo que le dices.

A: Que no pasa nada.

Sonríe quitándole importancia. Son muy unidas y nada me da más satisfacción que ello.

A: Ya veras la que monta cuando llames a mamá, esta imposible.

+ Ya lo sé.

Ruedo los ojos.

+ Voy a por Lu.

Escucho como hace de rabiar a Carmen.

+ ¿Tu estas bien?

A: Sí.

Mis pasos se dirigen hacia la habitación de Lucía. Relevo a Carmen y paso un rato largo jugando con la niña. No puedo evitar reír con sus ocurrencias.

A: ¡Papá!

Alba grita escandalizada.

A: ¡Cami! ¡Camila!

Su voz se eleva y sus piernas corren escaleras abajo.

+ ¿Qué pasa, Alba? ¿Dónde está Cami?

Le pregunto imitando sus pasos, aún en el segundo peldaño. Me mira con cara de pánico, la puerta de casa está abierta y ella se apoya en el recibidor.

A: No sé.

Murmura tendiéndome un folio escrito con letra infantil.

"Mami, papi va a llamarte para que pueda hablar contigo, pero yo quiero verte. No me gusta echarte de menos, te veo en Valencia, ¿vale?

Te quiero, Cami"