Capitulo 467

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+ Madre mía, que bien huele eso.

Mi chico saluda alabando la comida de su suegra.

- No ha hecho más que cocinar.

Le cuento recibiendo gustosa el pico que deja en mis labios.

- Nos va a engordar a nosotros y tenemos para alimentar a todo el barrio.

Exagero animada, enseñándole los dulces que hizo hace un rato, la olla de sopa que ha dejado sobre la encimera y ahora también está preparando una carne estofada.

+ Solo te pedí que le hicieras compañía.

Ríe agradecido.

- Luego me decís a mi que soy un culo inquieto.

Me quejo.

- Te ha faltado tiempo para preparar más.

Digo dirigiéndome a mi madre.

P: Ya, os dejo una ayuda, si estoy aquí y no me cuesta nada.

Resta importancia.

+ Tengo muy buenas noticias que contaros.

- ¿Qué?

+ Patricia ha regresado a America.

Acaricia mi cara, llevándose algún mechón de pelo para dejarlo detrás de mi oreja. Mi piel siempre reacciona a su tacto.

+ Y tiene una orden de alejamiento de todos nosotros, en caso de que decidiera estar por España.

Suelto el aire que tenía retenido.

- Gracias.

Murmuro aliviada.

P: Ya te dije yo chiquilla, ahora a estar tranquila, que mi nieta necesita calma.

Gaby nos mira confundido.

- Mamá está empeñada en que viene otra nena.

+ Habrá que creerle.

- Tu hazle caso a mi madre, y verás como te va todo bien en la vida.

Los tres reímos a carcajada limpia. Valiente es aquel que se atreve a contradecir a la Pepi.

+ Tenemos un pequeño problemilla.

- ¿Cuál?

+ La mía está segura que será un varón.

- ¿En serio?

+ Me lo ha dicho hace algunos días... sonaba muy convencida.

- Mamá, tendrás que pelearte con Erika.

Advierto graciosa. Tenemos la suerte de que nuestras familias se llevan estupendamente.

P: Ya va a oírme esa mujer.

Dice con retintín, cogiendo su móvil, provocando otra vez nuestras risas.

- Habla aquí.

Le pido.

- Me muero por oíros discutir.

Niega con una enorme sonrisa. Claro que no va a llamarla.

+ Tengo otra noticia más que daros.

Le noto feliz, aunque algo nervioso.

+ He cogido hora para nuestro matrimonio.

Abro los ojos como platos.

+ La ceremonia va a ser el 4 de noviembre.

- Eso... Dentro... Eso...

Titubeo.

- Faltan solo dos semanas...

+ Bueno... habíamos hablado de casarnos pronto...

Se excusa.

+ Si no quieres...

Se acaricia la cabeza.

+ Podemos aplazarlo.

- ¡No!

Niego rotunda.

- Es solo que no me esperaba que llegarás con esta notica.

Me levanto del taburete para abrazarle.

- Pero me encanta.

Prometo besando sus labios.

+ ¿Si? ¿Estas segura? Mira que...

- Nada.

Interrumpo. No necesito escuchar ningún argumento. Nada me hace más feliz que saberme su esposa dentro de un par de semanas. Luego adoptar a las chicas y después tener a nuestro bebé, todo lo que se aproxima son cosas bonitas, y me apetece vivirlas a pleno.

P: Hoy me llevo yo a las chicas a dormir a casa, así podéis celebrarlo.

Propone.

- Gracias, mamá.

Acepto encantada.

P: Enhorabuena niños.

Nos achucha a ambos entre sus brazos. Su ilusión por esta boda improvisada es casi tan grande como la nuestra.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora