Capitulo 443

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+ Bueno... venga, mi amor, tranquila.

La acobijo entre mis brazos. El doctor nos mira enternecido.

+ Que esta bien, cielo.

Le repito dulcemente. Lo sabe, pero está dejando escapar toda la angustia retenida.

# Os voy a dejar unos momentitos para que podáis estar solos.

+ Ya, bonita, no llores más, que el bebé está súper fuerte y no le hará bien sentirte así.

Asiente saliendo de su escondite en el hueco de mi cuello, aunque su mentón tembloroso seguido por un puchero la delatan.

- No puedo.

Se queja volviendo a mí.

+ Pequeña.

Susurro en su oído. Acariciando rítmicamente su espalda y me decanto por no decir nada más. Necesita desahogarse y yo estoy aquí con ella para que lo haga. Ambos estamos aliviados, pero el susto ha sido de muerte.

- Yo no se que hubiese hecho si le pierdo.

+ ¿Qué más da?

Atrapo su cara entre mis manos.

+ Está bien, está fuerte, está creciendo...

Enumero.

+ Y tú debes pensar en eso, no en las cosas malas que podrían pasar.

- Tienes razón.

Por fin me regala una sonrisa tierna. Si ella supiera que me enamora un poquito más si cabe cada vez que lo hace.

# ¿Mejor?

Vuelve a entrar, ofreciéndole un vaso de agua.

- Sí, gracias.

# Ya os es dicho que el bebé está perfecto. Intenta hacer todo el reposo que puedas por un par de días y si estás adolorida o vuelves a sangrar, no dudes en venir a que te vean.

- Gracias.

...

...

+ Ahora te das un baño que te relaje mientras yo preparo esos macarrones que te apetecían, ¿vale?

Propongo haciendo caso a la recomendación del médico. Adora cenar en la cama, y no se me ocurre mejor plan que organizar una velada romántica en nuestra habitación.

+ Y luego nos acostamos para que te dé muchos mimos.

- Quiero estar un poco con las nenas, Cami estaba súper asustada.

+ Carmen me ha escrito que ya están dormidas, le contó algunos cuentos y no dio guerra.

- Pobrecita mía.

+ Es más buena que na'.

- Ya. ¿Cómo está Lu?

+ También se ha dormido, aunque sigue con fiebre.

- ¿Alba?

+ En su habitación. Estaba preocupada por ti.

- Voy avisarla que estoy bien.

Narra Malú

- ¿Ya?

Lucia se ha despertado llorando y él ha ido a atenderla.

+ Si. ¿Seguimos con nuestra sesión de mimos?

Me pregunta gracioso. Esta súper tierno y yo le necesito así. Me he quejado cuando ha tenido que salir de entre las sábanas por la pequeña, sus caricias me tenían de lo más relajada y la peli que estamos viendo no puede ser más aburrida, por lo que estaba quedándome frita.

+ Algún día voy a cobrarte todos estos mimos.

- Oye, que morro, si yo también te doy a ti.

+ No tantos como yo.

- ¿Cómo lo sabes?

+ Porque me los anoto.

Dice con total normalidad. Le miró escandalizada. ¿Qué clase de manía es ésta y como es que yo no me había enterado?

- ¿Es coña?

+ No.

Me aparta de su pecho para buscar algo en el cajón de su mesita y tras revolver un poco, me entrega una libreta.

+ Aquí.

Lo miro ojiplática. La abro buscando sus anotaciones, y es en ése preciso momento que el explota en una sonora carcajada.

+ Estas fatal, cariño, ¿Cómo puedes creerte algo así?

Se burla de mi.

- Capullo.

Río yo también. No queda de otra, he colado.

- Que me lo dijiste tan serio.

Me excuso, inocente, recuperando la posición de antes. Estaba a gustito.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora