Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 583

+ Hola.

Es oírle decir esa única palabra, para confirmar mis sospechas de que nada bueno podía traer el haber rechazado mis llamadas.

- ¿Qué ha pasado?

+ Joder.

Le escucho resoplar bajito.

- ¿Qué pasa, Gaby?

Acallo un grito presa de los nervios.

+ Cami ha desaparecido.

- ¿Qué?

Espero haber escuchado mal. Me niego a creer semejante aberración.

+ Se fue... se fue a buscarte, y no la encontramos por ningún sitio.

Narra Gaby

Sabia que contárselo a Malú sería difícil, pero no puedo seguir ocultándole algo así. Llevamos casi tres horas sin saber de la niña, sus llamadas no cesaban y ya no sé qué más hacer.

Carmen sigue en casa pendiente de cualquier novedad, y todos los demás seguimos en las calles intentando dar con el paradero de una nena de seis años que nos ha robado la calma en cosa de segundos.

Tanto mi familia como la de Malú están buscando en cada sitio que se le podría ocurrir ir a una niña de su edad, calles, parques...

Desesperado y dándome casi por vencido, conduzco solo a la estación. Me niego a pensar que pueda llegar tan lejos, pero tengo que agotar todas mis opciones. José va al aeropuerto y Luis está moviendo algunos contactos con la policía.

- ¿Qué me estás contando, Gaby?

+ Llegue a casa y estaba llorando porque te echaba de menos.

Le explico.

+ Alba estaba con ella, y le propuse que te escriba una carta para luego llamarte y que te la lea ella misma. Aceptó y se fue a su habitación. Poco después ya no estaba en casa. Dejó un folio diciéndote que no quería leerte una carta, que iba a buscarte.

Escucho como rompe a llorar.

- Dime que no es cierto...

Ruega.

+ No puedo.

Niego con un enorme nudo en la garganta.

- Me vuelvo a Madrid.

+ No... vamos a encontrarla.

- Es mi culpa.

+ No es tú culpa, Malú... no es culpa de nadie. Y si fuese de alguien, seria mía por no haberlo impedido.

Agrego esto último en voz baja. Ambos sentimos culpa, y lo que menos importa es encontrar un culpable, a quien debemos encontrar es a ella.

- Voy a recoger mis cosas, y pedirle a Vero que me lleve al aeropuerto... necesito estar con vosotros.

Suspiro. También es lo que yo haría si me tocara estar lejos.

- No dejéis de buscarla, le diré a Manu que me recoja.

+ Vale. Tengo que dejarte.

- Dime que la ves.

Sus palabras son una súplica.

+ No, he llegado a la estación. Voy a buscarla aquí.

- No la busques, encuéntrala.