Capitulo 536

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Narra Gaby

Cambio el pañal de Sofía y la dejo en la pequeña cuna bien pegadita a la camilla de Malú.

+ Vamos a dormir, anda, que si esta pequeña sigue con el mismo ritmo que durante el día, no descansa ni Dios.

Me da la razón con una sonrisa llena de felicidad, enamorándome un poquito más si cabe. Aunque sus ojos dejan notar el agotamiento con el que carga.

- ¿Qué haces?

Pregunta cuando me ve acomodándome en el sofá, también cerquita de la bebé.

+ Aprovechar las casi dos horas que nos conceda Sofi.

- Ven aquí.

+ No, cariño. Será mejor que duermas tu sola, necesitas descansar.

Adoro acurrucarla entre mis brazos, pero la camilla es estrecha y debe reponer fuerzas. Ella si que se ha dejado la piel para traer a nuestra hija al mundo.

- Siempre te quejas de que soy una cabezota.

+ Lo eres.

- Pues ven aquí, que no voy a dormirme hasta que lo hagas.

Ruedo los ojos. No habrá forma de convencerla, por lo que permito que se consagre como la ganadora de nuestro debate. Me acomodo junto a ella, dispuesto a dejarla dormida para regresar al sofá.

Narra Malú

El llanto de Sofi me despierta. La cojo algo adormilada colocándola en mi pecho. Miro hacia el costado, encontrándome a Gaby dormido como un bebé en el sofá. No llegue a sentir cuando se movió de mi lado. Tan solo recuerdo que me beso antes de entregarme a los brazos de Morfeo.

- ¡Ay!

Me quejo bajito. La niña succiona con tanta fuerza que llega a hacerme daño.

...

..

+ Reina.

Me sacude con suavidad. Antes de abrir los ojos, el llanto de bebé que tanto he escuchado esta noche vuelve a colarse por mis oídos.

+ Creo que tiene hambre.

La vuelvo a enganchar a mi.

- Me duele.

Susurro frustrada. Verónica ya me advirtió que amamantar no es tan fácil ni perfecto como lo pintan en las películas. Aún así, añoro hacerlo.

+ Es normal.

Acaricia mi mejilla, dejando un mechón de pelo tras mi oreja.

+ Los primeros días suele ser así, hasta que tu cuerpo se adapte.

Me tranquiliza.

+ Pero si quieres, podemos darle un biberón.

Niego con un gesto. Deseo ser yo la fuente de alimento de nuestra pequeñita.

- Ha vuelto a dormirse.

Se la cedo para que se ocupe de sacarle los gases y dejarla en la cuna. Yo no me entero de nada, cierro los ojos, estoy muerta de sueño.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora