Me miro en el espejo llena de inseguridades. Estoy esforzándome para perder peso después del parto, pero aún no recupero mi silueta y aunque sé que es normal, no termino de sentirme cómoda con mi cuerpo. Esta es la primera vez que me produzco desde que Sofía nació y no puedo evitar compararme con lo que fui hace 10 meses.
+ Joder, pero que guapísima estas.
Saluda entrando a nuestra habitación. El aún lleva la ropa del hospital y se queda parado, mirándome embelesado.
- No digas bobadas.
Respondo de mala gana. He optado por unos vaqueros y una camisa blanca que aún me queda demasiado ajustada.
+ Hey, ¿Qué pasa?
Se acerca a mi, pero me adelanto volviendo a pararme frente al armario.
- Voy a cambiarme.
+ ¿Por qué? Estas preciosa.
Insiste. De repente siento unas ganas tontas de llorar.
- Porque nada me queda bien.
Me quejo a punto de romperme.
+ Estoy de acuerdo. Nada es tu mejor look.
Asegura lleno de picardía. Vuelve a acercarse a mi, dejando una caricia en mi brazo y esbozando una sonrisa.
+ Pero creo que para salir es mejor que lleves ropa.
- Eres imbécil.
Protesto.
+ Un imbécil enamorado de la mujer más guapa de España.
- No lo soy, mira esta camisa, me queda fatal.
Resoplo.
+ Tu debes sentirte cómoda, pero a mi me gusta mucho.
Se encoge de hombros.
- Con nada me siento cómoda, ese es el problema.
+ Cariño.
Con dos de sus dedos levanta mi mentón, obligándome a mirarle.
+ Si tienes unos kilos de más no dejas de ser preciosa, yo estoy enamorado de ti, no de un número en la balanza.
Sus dulces palabras me roban una sonrisa tímida.
+ Ya veras como vas a volver a perder aquellos kilillos y sentirte cómoda con tu cuerpo, pero es demasiado pronto, Sofi solo tiene un mes.
Me recuerda. No suelo sentirme así. Pero he querido ponerme guapa para nuestra salida y creo que me he apresurado en elegir el atuendo.
+ Ahora ponte algo con lo que estés a gusto, mientras yo me doy una ducha y alégrame esa cara, anda, que esta noche nos la vamos a pasar genial tú y yo.
- Y Sofía.
+ No, ella se queda en casa con sus hermanas.
Anuncia colándose en el baño antes de que yo pueda dar una respuesta.
- ¿Qué? ¿Estás loco?
Reclamo su atención desde el otro lado de la puerta. Ha echado el pestillo.
- Es demasiado pequeña, no podemos ir sin ella.
+ Estará bien.
Escucho su voz a la par que el agua correr.
- Abre.
Golpeo con fuerza. Me sorprende al hacerlo sin rechistar. Esta desnudo y siento como la temperatura me sube en cosa de segundos. Ansío desesperadamente sentirle.
- Voy a matarte.
Amenazo con mis ojos entre sus piernas.
+ Si lo haces no podré empotrarte contra la pared.
Advierte gracioso.
- Si no fuera porque te tengo tantas ganas me vengaría de ti, castigándote sin sexo.
+ Pero no lo harás.
Deja un rápido pico en mis labios y se mete en la ducha, dejándome con una sonrisa y devolviéndome el buen humor.
- Por mi propio bien no te dejare sin sexo.
Sentencio traviesa.
- Pero voy a vengarme de ti.
Si que lo haré.
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Solo el amor nos salvará (tercera parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia, pero es la misma (primera y segunda parte en el perfil). Espero que os siga gustand...