Unos golpecitos en la puerta me hacen levantar los ojos que tengo clavados en la carita de Sofía. No paro de mirarla embelesada. Ahora mismo vuelve a estar enganchada a mi pecho, usándome de chupete. La aparto, cubriéndome, pero sin alejarla de mí, adoro tenerla cerquita.
• Me encontré abajo a un chaval que conozco y tres hijas preciosas. Solo me faltó mi niña chica, con la más pequeñita de la familia.
Me saluda con esa sonrisa torcida que le caracteriza.
- Ale.
Sonrío al verle, no esperaba su visita.
• Enhorabuena, corazón.
Me da un abrazo fraternal que me llena de cariño.
• Hola Sofía.
Acaricia su diminuta manita.
• Soy tú tío preferido.
Se presenta gracioso.
• Aunque José o algún otro te venga a decir lo contrario.
Me hace reír.
• Es preciosa.
Asevera mirándome.
• Y tú te me haces mayor.
Otra vez esa sonrisa.
• Pa' vosotras.
Deja un regalo sobre la mesa. Luego voy a abrirlo, con la nena en mis brazos no puedo hacerlo.
- ¿Cómo estas?
Me intereso. La última vez que nos vimos lo estaba dejando con Raquel, y aunque hablamos a menudo, no es lo mismo hacerlo cara a cara.
• Bien.
Promete.
• La que me dijeron que anda algo desanimada eres tú.
- Mi madre es una bocazas.
Me encojo de hombros. Vi que hace un rato Alejandro la llamó y ella se ha ido a hablar al pasillo.
• No te metas con la Pepi, que tendremos problemas.
- Los problemas los tendría yo, sabes que va a defenderte a ti.
Alejandro es como un hijo para ella.
• Solo quería animarte.
La defiende.
• No te vengas abajo, mañana estaréis las dos en casa.
Hoy tendríamos que haber recibido el alta. Sofía nació hace un par de días, pero ha perdido bastante peso y el pediatra ha preferido dejarnos ingresadas un día más.
- Eso espero.
• ¿Puedo?
- Claro.
Le cedo a la niña.
• Disfruta cada segundo, que crecen súper rápido.
Él lo sabe.
- Oye.
Reclamo su atención y me muerdo el labio inferior. Me he puesto nerviosa y todo.
- Que ayer estuve hablando con Gaby...
• Eso está bien.
Interviene gracioso.
- No sabia que he pasarías por aquí, pensaba que recibiría tu visita en casa.
• Iba a hacerlo y llevar a mis niños que se mueren por verte y conocer a esta princesa.
- Os estaremos esperando.
A mi también me hace ilusión verles.
- Pero bueno, que como pensaba que vendrías en otro momento, yo iba hablarte de esto junto a Gaby.
Ahora estará dándole la cena a las enanas.
• Venga, que me tienes intrigado, suelta la bomba.
Río. No hay ninguna bomba.
- Nada, que José va a currarsela para ser el tío favorito, y creo que mi cuñado también.
• Ya, voy a tenerlo difícil, pero yo tengo mis encantos... igual le escribo una canción o le hago alguna chorrada a los otros tíos para dejarles mal.
- Se te va la olla.
Que loco esta, pero si lo que busca es animarme, lo esta consiguiendo.
- Decíamos nosotros que igual no necesitas competir tanto y podrías asegurarte el título siendo su padrino.
Se sorprende. Si que lo hace.
• ¿En serio vais a concederme ese honor?
- Nos encantaría.
Sonreímos.
• ¿Has oído eso, Sofía?
La aleja un poquito de su cuerpo, sin descuidar la cabecita, como mirándola directamente para hablarle.
• Soy tú padrino.
Les miro enternecida.
• Vaya si voy a mimarte, ¿eh, enana?
- Pasa completamente de ti.
Carcajeo. La niña está dormida y no se entera de nada, pero a mi cuasi hermano no parece importarle para continuar con su tierno monólogo.
• Gracias.
Vuelve a dirigirse a mi.
• No me esperaba esto.
Sonrío satisfecha. No habrá un mejor padrino para nuestra hija.
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Solo el amor nos salvará (tercera parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia, pero es la misma (primera y segunda parte en el perfil). Espero que os siga gustand...