Capitulo 482

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- No voy a aguantarme a contárselo a las chicas.

Me comenta relamiéndose la mayonesa de los labios. Hemos venido a comer hamburguesas para celebrar que se ha convertido en la madre legal de nuestras hijas.

Llevaba horas con el estómago cerrado y luego hemos brindado con besos en el coche, de esa forma tan nuestra, la que más nos alimenta, aunque sin poder apaciguar su hambre, y ahora ha querido zamparse todo lo del día, menuda fiera.

+ Pues vas a liar la sorpresa que a ti misma se te ha ocurrido.

Unto una patata en el ketchup y la paso por el borde de sus labios.

+ Eso de limpiarte con la lengua te queda muy sexy.

Le digo travieso, en voz bajita. No sería de reparo que alguien nos oyese. Suficiente hemos tenido ya con las dos chicas que le han pedido alguna foto.

- ¿Así?

Repite la acción que hace pocos segundos hacía con total naturalidad, exageradamente, para provocarme.

+ Ajá.

Esta vez, es ella la que pinta sus labios de rojo.

- Mejor estaría que me los limpiases tu.

Juega con mi deseo, susurrando bien cerquita mío.

- Pero estamos en un sitio público, y no voy a regalarle a la prensa una foto nuestra liándonos aquí.

Sonríe maliciosa, alejándose lentamente. Coge la hamburguesa y le da un nuevo bocado.

- Aunque ganas no me faltan de hacerte esto mismo.

+ ¿No has tenido suficiente?

- De ti, nunca es suficiente.

+ Espera a esta noche.

Advierto. Pienso seguir festejando junto a ella hasta que se nos agoten las fuerzas.

Narra Malú

Regresamos a casa cuando las chicas ya están aquí.

Las abrazo con fuerza. Si ya las amaba con todo mi corazón y pensaba que no podía quererlas más, la vida me sorprende, otra vez, con el sentimiento más bonito del mundo.

~ Me aprietas, mami.

Refunfuña Cami apartándose.

= No quele mash besho.

Se queja Lucía.

A: ¿Qué pasa, mamá?

Pregunta afligida al notar las lágrimas que resbalan por mis mejillas después del gran abrazo que recae sobre ella.

- Nada.

A: Ya.

- En serio.

+ Las hormonas, mira como la tienen.

A: ¿Es eso?

- Si... claro.

A: No te creo.

- Que sí, cansina, estoy agotada porque hace varias noches no duermo bien, y si a eso le sumas las hormonas... me tiene fatal.

A: Vale.

- Te quiero mucho, Alba.

A: Esto suena a despedida, ¿Qué pasa?

+ Ni despedidas ni ostras, mamá necesita descansar, ¿no, reina?

- Por favor.

A: ¿Y por que no te echas una siesta?

- Mejor me voy a la cama pronto.

Se encoge de hombros, y acepta sin rechistar.

Pasamos el resto de tarde en familia, haciendo de todo y nada a la vez, pero todo el rato con la emoción a flor de piel.

~ Mirad.

Cami llama nuestra atención apoyada en la ventana.

~ Está nevando.

Los primeros copos de esta temporada. Ya es diciembre y el frío cala los huesos, que suerte tenemos de estar calentitos en casa. La calefacción hace lo suyo, pero prometo que el amor de nuestra familia es lo que nos mantiene calentita el alma.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora