Capitulo 519

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- "Siento todo lo que pasó"

Tras ignorar su llamada, ha optado por escribirme.

- "Te quiero"

Me quiere y me miente. Pienso dolido por sus formas.

- "No estoy en Valencia"

Me deja perplejo. ¿Si no está allí y no ha dormido en casa, donde está?

- "Estoy en la casa de mi madre"

Confirma por fin. Ojalá lo hubiese hecho antes, evitando el daño que ha causado.

- "Tengo contracciones"

Creo que ya ha acabado de hacerme saber lo mismo que me contó su ginecóloga por casualidad. ¿Por qué no puedes ser honesta conmigo, Malú?

- "Por favor, ven"

Voy a arrancar sin responder, confiado en que el camino me ayude a encontrar respuestas en mi cabeza. Respuestas que sólo ella puede darme.

Solo unos segundos después, la pantalla vuelve a iluminarse.

- "Te necesito"

Joder, ¿Cómo puedo mantenerme enfadado? La conozco tanto que puedo visualizar como arrastra sus lágrimas al escribir. Vuelvo a conducir, pero mi destino ha cambiado. Madrid espera mi regreso.

..

.

+ Hola, Pepi.

Saludo a mi suegra con dos besos. Ha venido ella a abrirme la puerta.

P: ¿Cómo estas, hijo?

Me abraza cariñosa.

P: No te esperaba.

Admite.

+ Ya, es que no he avisado a Malú que venía.

P: Me alegra mucho que estés aquí. Te necesita.

Asegura llena de verdad en su mirada. Es tan transparente como su hija y la preocupación de madre que desprende es evidente.

+ ¿Dónde está?

P: Se acaba de quedar dormida.

Me explica.

P: Pasó la noche fatal y hace un rato estaba con contracciones. Entre el disgusto y la falta de sueño, cuando pararon cayó rendida.

+ Vale.

P: ¿Quieres comer algo?

Ofrece tan atenta como siempre.

+ No, gracias.

P: ¿Café?

Insiste.

P: Te ves cansado.

+ No. Voy a subir a verla.

Me excuso.

Abro la puerta sigiloso y me siento a su lado con cuidado para no despertarla. Que bonita es. Mi mano inconsciente va directa a su rostro, echa de menos acariciarla. Mi pulgar dibuja su labio y con delicadeza aparto el pelo que la cubre. Aún quedan rastros de lágrimas en su mejilla.

Se remueve sin abrir los ojos soltando un pequeño gruñido, llenándome de ternura.

+ Me has hecho tanta falta... y tanto daño.

Prometo con apenas un hilo de voz que sale de mi boca. No quiero interrumpir su descanso.

- Gaby.

Me llama adormilada.

+ Shhhh.

Sus ojitos se abren para confirmar mi presencia.

- Estas aquí.

+ Duerme, anda.

Se niega incorporándose.

- Perdóname.

Me mira y se echa a llorar.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora