Capitulo 560

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Miro la hora en mi reloj y decido hacer la última llamada. Debo entrar a una cirugía, pero me permito un par de minutos para que la sorpresa quede lista.

L: Gaby, estoy por entrar a una reunión.

Contesta acelerado.

+ Y yo a una cirugía cardiaca, no voy a quitarte mucho tiempo.

L: ¿Qué pasa y por qué no me lo has contado ayer?

Como casi todos los jueves, comimos juntos. Tenemos la costumbre desde hace años.

+ No pasa nada. Necesito que me hagas un favor.

L: Te escucho.

+ ¿Puedo usar la azotea de tu empresa esta noche?

L: No puedes pedirme esto justo cuando no tengo tiempo para charlar.

Se queja, asustándome por su negativa.

L: Con todos los colores que podría sacarte en una conversación más larga.

Se ríe.

+ Cabrón.

L: Hablare con seguridad antes de salir para que te dejen entrar. La llave estará en el primer cajón de mi escritorio. Y lleva condones, no tengo en la oficina.

Suelta la pullita.

+ Gracias. Suerte en esa reunión.

L: Igualmente.

Nos despedimos y sonrío satisfecho. Alguna vez pensé en llevar allí a Malú a cenar cuando aún no éramos nada. Ella me seguía recordando a Amanda y di un paso atrás por miedo a sufrir. Ya estaba loco por ella aunque me negara a aceptarlo. Luego empezamos nuestra relación y nunca ocupe aquel sitio que tan bonitas vistas tiene. Creo que hoy será un buen momento.

Narra Malú

+ "Te recojo a las 9"

Su mensaje me deja perpleja. Esta mañana se fue sin apenas decir adiós y ahora sale con esto. Le llamo, pero solo responde con otro mensaje diciendo que no puede hablar, hasta que casi una hora después su voz suena a través de mi móvil.

+ Hola bonita.

Parece haber olvidado el mal trago de esta mañana, poniéndome en una encrucijada de seguirle el buen rollo o recordarle que estamos enfadados.

- ¿A dónde vamos?

Pregunto apática.

+ A cenar.

Suena tentador. Desde que nació Sofía no hemos salido a casi ningún sitio.

+ Ponte guapa y trae abrigo.

- Sofi no puede coger frío.

Advierto. Si ha reservado en alguna terraza será mejor que cambie los planes.

+ No lo hará. Ella no.

No sé qué idea loca habrá cruzado por su cabeza, pero es un padre estupendo y sé que no hará nada irresponsable. Decido dejarme llevar y olvidar el desencuentro que tuvimos temprano.

- ¿Y las nenas?

+ Mis padres van a hincharlas a hamburguesas y helado. Mirarán alguna peli con ellas y si tenemos suerte cuando volvamos a casa estarán dormidas.

- Seguimos en cuarentena.

Le recuerdo graciosa imaginándome como quiere acabar la noche. Mi visita a la ginecóloga es el lunes y solo si ya está todo cicatrizado podremos hacer el amor. Aunque yo también me muero por sentirle.

+ Mentiría si digo que no te empotraría contra la primera pared que encuentre, pero si que lo recuerdo.

Me roba una carcajada.

- Serás guarro.

Se despide dejándome con la intriga y una sonrisa que tira de la comisura de mis labios.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora