Capitulo 447

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+ Que cara traes.

Digo antes de saludarle.

~ Mami.

= Hola.

Ambas niñas corren hacia mi, llenándome de besos. Gaby ha ido a por ellas después de trabajar.

- Hola preciosas.

= Daka.

Acaricia a la perra.

- ¿Cómo os ha ido el día?

~ Bien.

= Men.

- Lu, ¿Qué hemos hablado de tirarle el rabo a Danka?

= Jujar Daka.

- No, bicho, juega a otras cosas con ella, no a tirarle del rabo, que no le gusta.

= Zani.

- No, a Chani tampoco le gusta.

Le explico. Lo sabe perfectamente y no pierde oportunidad de hacernos a todos de rabiar. Menudo trasto.

~ Tengo hambre.

- Ir a lavaros las manos y pedirle a Carmen que os dé la merienda, yo ahora voy.

Miro a Gaby.

+ Ve con ellas, no me pasa nada.

- Ya, y nos conocimos ayer.

+ Vale, pero no te pongas de mala hostia.

- ¿Yo?

+ Me estaban esperando algunos periodistas a la salida del hospital.

- ¿Me estás vacilando? ¿Qué te preguntaron? ¿Dijiste algo?

Me mira incrédulo y pesaroso.

+ ¿Tu que crees?

Mis preguntas le han cabreado.

- Lo siento.

Me disculpo. Jamas pensaría que el podría darle a la prensa la información que buscan. La rehuye tanto como yo, solo que me cuesta reaccionar calmada frente a estas situaciones. Que me busquen a mi, no a él, ¡joder!

- Es que pedí tranquilidad.

+ Era de esperarlo, Malú. Es su trabajo.

- Esperaba que me sigan a mí, no que se paren en la puerta del hospital. Ahora van a ser unos pesados.

+ Siempre lo han sido.

Dice risueño.

+ Venga, vamos a merendar con las chicas y olvidarnos de esto, que luego tenemos que preparar las maletas.

Acepto descontenta. No hay de otra, aunque no sé cómo él siempre consigue mantener el buen humor con las chorradas de la prensa, a mí me pone negra.

- Espero que mañana no nos sigan al aeropuerto.

El viaje a Florencia que preparé hace meses y parecía tan lejano ya está aquí. Mañana mi chico y yo tendremos nuestra escapada romántica que tanto hemos esperado.

Pensar que todo empezó como una forma de romper nuestra distancia, esa que yo misma me ocupé de forjar por el dolor que me causaba la decepción de no quedarme embarazada, y ahora vamos juntos, y con el fruto de nuestro amor formándose en mi vientre.

- Te quiero.

Le abrazo por la espalda después de mi reflexión.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora