Capitulo 488

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Narra Gaby

+ ¿Qué pasa, Cami?

Vuelve llorando del estudio de casa. Malú lleva varias horas allí con Rubén. Creo que están trabajando en el tema que escribió para Sofía.

~ Martina me invitó a jugar a su casa y mamá no me deja ir.

Solloza mientras me cuenta atropelladamente su problema.

+ ¿Y tú tienes muchas ganas de jugar con ella?

~ Sí.

+ Vale. Yo voy a hablar con mami a ver si cambia de idea.

No me parece correcto contradecirla delante de la niña, pero a Malú se le ha ido la pinza. Desde que la hermana de Martina subió aquella foto a las redes hace algunos días, apenas pisa la calle y no quiere que Camila sea amiga de esa nena por nada en el mundo.

+ ¿Ya te vas?

Le estrecho la mano a mi amigo.

R: No podemos abusar de las energías de la futura mamá.

Se encoge de hombros divertido.

+ Puedes quedarte a unas cañas, eras mi amigo antes que ella tú jefa.

Le recuerdo gracioso.

R: Hoy ya he hecho planes, pero mañana te las cobro.

Se despide de ambos. Es un buen chaval.

Malú entrelaza sus brazos en mi cuello, poniéndose de puntillas para besarme. Es tan bajita que necesita esos centímetros de más para alcanzar mi boca.

- ¿A ti que te pasa?

Pregunta contrariada cuando me aparto.

+ ¿No lo sabes?

- ¿Te crees que si lo supiera te lo estaría preguntando?

+ Se te fue la olla, Malú.

- ¿De que coño me estás hablando?

+ De Camila, ha venido llorando del estudio porque tú no la dejas jugar con Martina.

- ¿Y que esperas, que cuando vaya a por ella le lleve una copia de la última ecografía a la hermana, así la publica también?

+ A veces pareces más cria tu que nuestras hijas.

Le recrimino.

- ¿Te parece normal hacerme fotos a la salida del colegio y luego subirlas a las redes?

Cuestiona escandalizada.

+ Pues mira, igual me parece más normal que una chiquilla de 12 años le haga fotos a su ídola y las publique a que tú te comportes como una niñata.

Espeto.

+ Camila no merece pagar porque tú no quieras enseñarle al mundo que estás embarazada.

- Vete a tomar por culo.

+ ¿Qué pasa, te quedas sin argumentos y sólo me puedes insultar?

La acuso. Estoy siendo brusco, pero se está pasando diez pueblos.

- Eres un gilipollas que no te enteras de nada.

Sus ojos parecen echar fuego de la rabia que desprenden.

+ Puede, pero si tú no me das motivos válidos para evitar que Cami juegue con esa nena, voy a llevarla a su casa yo mismo.

- Pues ve, la llevas y la recoges, porque yo no pienso hacerlo.

Farfulla llena de rabia, y se echa a correr de vuelta al estudio, dejándome con la palabra en la boca.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora